Tres meses después de que la española Navantia y la francesa DCNS (Dirección de Construcciones Navales) alcanzaran un acuerdo que rompía su relación para la fabricación conjunta de submarinos, las dos empresas han retirado las demandas que mantenían en el Tribunal de Arbitraje de París. De esta forma se pone fin a un conflicto no sólo empresarial, sino incluso diplomático entre los estados francés y español que dura ya varios años.

Fue en 2008 cuando CDNS presentó la denuncia ante el Tribunal de París, sin embargo el conflicto entre ambas empresas comenzó a ser canalizado hacia el entendimiento a partir de noviembre del pasado año y ahora se ha consumado con la retirada de la denuncia.

La relación entre ambas empresas comenzó en los años noventa, cuando acordaron poner en común parte de sus propias tecnologías para la fabricación de submarinos convencionales del tipo Scorpène. De aquella sociedad surgieron hasta diez naves que fueron vendidas a Chile, Malasia e India. El conflicto se produjo a finales de la pasada década, cuando DCNS acusó a Navantia de utilizar tecnología francesa para fabricar un submarino propio, el S-80. Este buque utilizaba también tecnología norteamericana y era desarrollado exclusivamente en los astilleros de Cartagena.

La competencia se hizo más evidente cuando Navantia ofrecía el S-80 en los mercados internacionales sin la participación de los franceses, lo que provocó que la DCNS presentara en 2008 una denuncia ante el tribunal parisino.

Sin resolución judicial aún, las dos empresas firmaron un acuerdo el pasado mes de noviembre en el que se establecía que DCNS comercializará en exclusiva el Scorpène y Navantia el S-80. A pesar del acuerdo, la reclamación judicial seguía su curso en el tribunal francés. Sólo hace unos días se daba un paso más en la resolución del conflicto retirando las demandas y se ponía así el fin definitivo a una relación comercial y de transferencia tecnológica que se inició hace dos décadas.

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