Así es como de vez en cuando podemos manifestar públicamente que en nuestro barrio se puede vivir en paz.

Ver a las familias paseando por las calles y digo literalmente paseando andando por sus aceras y parques, ver como los padres van en bicicleta con sus hijos, estar sentados los niños en los bancos, vivimos la noche con las sillas y tertulias en la puerta de las casas,  eso demuestra que por fin un barrio salido de la nada esta al día y tenemos calidad de vida.

Ahora bien, dicho esto, no es utopía, no engañamos, es la realidad pero con sus matices.

Sé que estáis esperando la segunda parte.

No es ironía, es la realidad pero a nuestra manera.

Si se pasean las familias, salteando obstáculos como coches mal aparcados por no aplicarse bien las normas de circulación en el barrio., estamos acostumbrados a ver coches muy mal aparcados, sin respetar los cinco metros de una curva, doble estacionamiento en las calles por ver que las líneas amarillas supuestamente de las mismas estas muy borrosas e incluso algunas ni se ven, coches que no respetan la velocidad y van pues a sus anchas incluso por zona escolar como Instalaciones Deportivas, Parques y Centros Escolares, pero como ya estamos acostumbrados a esto, hemos sabido adaptarnos a las circunstancias, las familias pasean y salvando esos obstáculos y teniendo la previsión adecuada, paseamos, de todo esto se tiene constancia en la Concejalia de Interior atraves de las reuniones y peticiones con Directores Generales y demás.

Los niños y familias estamos en los parques y jardines, pues si, jugando en los esqueletos del mobiliario infantil que nos queda, sentándonos en lo que queda de ellos también nos hemos acostumbrados a utilizar el mobiliario tercermundista que tenemos, también tienen constancia los Tecnicos y responsables políticos.

Los padres acompañando a sus hijos en bicicleta por el barrio, eso sí, por las Plazas y zonas que de alguna manera estamos a salvo de cualquier vecinos que de forma temeraria va conduciendo motos de pequeño volumen de todos conocidos pero de un ruido infernal, pero sabemos conllevarlo, lo pueden constractar con las llamadas telefónicas a la central de Policía Local.

Por ultimo sin que sea una realidad decir lo último, es que como somos un barrio queremos y deseamos vivir la calle, no hemos desechado el hecho de quedarnos sin luz, ya no una farola sino sectores enteros y gracias a ello, algunos amigos de lo ajeno, brindándoles la posibilidad de hacerlo, hacen de las suyas, pero nosotros sentados en la calle de alguna manera y no desgraciadamente se puede hacemos de guardia municipal porque gracias a su ausencia nos pasa lo que nos pasa, sustraen o rompen las arquetas de la luz para llevarse los cables asi como los aparatos de aire acondicionados que están en las terrazas, de ellos también hay constancia en policía Local que nos derivaron a la Nacional.

Eso sí, damos parte y a los dos o tres días se subsana.

En resumidas cuentas, nos hemos adaptado a la crisis, nos hemos adaptado a la inoperancias de algunos, sabemos y queremos por lo tanto vivir en paz, de un ladrillo hacemos un banco, de un retal de losa hacemos un parque y de unas tijeras del pelo hacemos que los jardines y arboles estén en condiciones.

Aplicamos eso de nuestras abuelas,  viendo que nuestras reivindicaciones no sirven para nada, es más cuando se ven identificados por este medio, peor me lo ponen, no hacen nada, por eso se opta por lo tanto seguir pataleando o denunciándolo irónicamente.

Decíamos como la leyenda urbana… déjame como estoy, no me toques nada que a mi manera puedo vivir.