Me dirijo a ustedes como, imagino, tantos vecinos de Los Urrutias ya lo han hecho con anterioridad. Tal vez, un correo más sirva como granito de arena en este inmenso y desolador problema que sufrimos.

Primer día de vacaciones. Veo como una cuadrilla de limpieza realiza su trabajo. Tal vez ganen tan poco o sus condiciones de trabajo sean tan precarias que no merece la pena el esfuerzo. Tal vez cumplan ordenes para que se haga de esa manera y no de otra. Quien sabe las intenciones y prioridades reales en este asunto del Mar Menor.

Pero realmente es desolador pasear por lo que dicen que es un paseo marítimo, hecho de guijarros muy propios para desollar rodillas de niños y propiciar caídas de mayores. Realmente es desolador ver la arena y la orilla de la playa negra de cieno con ese olor tan pestilente. Que agradable playa para que jueguen los niños, verdad?

Es desolador ver las farolas comidas por el óxido, las baldosas rotas, ni un acceso a la playa en cientos de metros con tablones.

Es repugnante intentar entrar a bañarse, sorteando cieno, fango que te hundes, para llegar playa adentro donde el baño sea aceptable.

Me pregunto, dónde han quedado las propuestas, intenciones y promesas realizadas ya no sólo en el programa de Kike Calleja, sino en medios de comunicación y campañas políticas. Me pregunto si el premio debe ser muy gordo por dejar que esto se muera.

Mientras tanto, sólo me queda mirar mi playa y sentir una profunda tristeza y una gran indignación.

A raíz de la desaparición de La Unión Athlétic, un 15 de septiembre de 1995, viendo que en la ciudad ya no habría más fútbol, nos reunimos José Solano Legaz 'El Lechero' y yo. Decidimos que el fútbol no podía desaparecer y decidimos crear un nuevo club, debido a que en la Federación no nos dejaban que saliésemos con el nombre de La Unión Athlétic. Él sería el entrenador y yo ocuparía la presidencia de lo que decidimos llamar Escuela Municipal de Fútbol La Unión y así consta en la escritura pertinente. Así que reuní a un grupo de amigos, formamos una directiva y sacamos un solo equipo en segunda categoría juvenil.

Así estuvimos, creo que dos temporadas, hasta que se unieron nuevas personas y decidimos ampliar el número de equipos. Al mismo tiempo nos dimos cuenta que con el nombre  anterior no podíamos recibir directamente subvención alguna de ningún ente público, ya que al ser municipal sólo la podía recibir el Ayuntamiento y no tuvimos más remedio que ponerle un nuevo nombre y escriturarlo y pasó a llamarse Asociación Deportiva La Unión, que es el mismo nombre que lleva actualmente. Esto ocurrió el 25 de septiembre de 1998. Con este nombre competimos hasta la temporada 1999-2000.

Durante el verano del 2000. Paco Vera y yo mantuvimos una serie de conversaciones para, en vez de competir entre Alumbres y La Unión, aunar esfuerzos y que los dos equipos saliesen beneficiados de esta unión. Llegamos a un acuerdo que consistía que unos equipos jugaban en Alumbres y otros en La Unión, la única condición fue que el equipo juvenil siempre jugaría en Alumbres, salvo que nos conviniese otra cosa, y que el club se llamaría AD La Unión-Minerva (27-07-2000), así estuvimos hasta la temporada 2001/02.

A partir de la temporada 2002/03 ya sólo se jugaría en La Unión y con el nombre de AD La Unión. Precisamente, la temporada anterior habíamos ascendido a Liga Nacional. En la 2006/07 ascendimos a División de Honor y el resto ya se sabe. ¡Nos duró tan poco la alegría!