A través de este escrito quisiera mostrar mi agradecimiento, a todo el equipo de profesionales que integran el instituto ‘Jiménez de la Espada’ por la gran labor educativa que desempeñan.

Durante tan sólo diez meses, en los que mi hijo ha formado parte de dicho instituto como alumno del mismo, he percibido la calidad de un sistema educativo. El personal docente no se ha limitado a transmitir unos conocimientos al alumnado, sino que han sido personas capaces de mostrarles la forma de adquirir una buena socialización, enseñando a través de sus programas una serie de valores, que van a incidir positivamente en la formación de estos niños.

El personal docente no se ha limitado a transmitir unos conocimientos al alumnado, sino que han sido personas capaces de mostrarles la forma de adquirir una buena socialización, enseñando a través de sus programas una serie de valores, que van a incidir positivamente en la formación de estos niños.

Un complejo proceso en el que han proporcionado una introducción a la cultura, unida a una serie de valores, tales como el respeto, el esfuerzo, la autoestima, el compromiso, la humildad y la empatía, otorgando a cada uno de ellos el refuerzo oportuno y la orientación adecuada.

Pero no quiero destacar únicamente la labor aislada de los profesores, sino la gran labor de un centro educativo, en la que todos sus integrantes son personas muy profesionales, proyectando sus tareas de forma coordinada y colaborando los unos con los otros. Un gran esfuerzo que percibes desde el momento  que accedes al centro.

Tarea cada vez más complicada de realizar, debido a la sociedad en la que vivimos, en la que estamos inmersos en una serie de cambios acelerados y bruscos, unidos a unas edades en las que el adolescente está perfilando su personalidad, siendo bastante vulnerables, y presentando un alto grado de inmadurez. Finalmente os doy las gracias por vuestra dedicación, interés y esfuerzo.

Curiosa fue la situación vivida el otro dia, cuando me disponía, como amigo de El Batel, a retirar varias entradas para el ballet de St. Petesburgo, que se celebrará el 7 de agosto, es decir, dentro de dos meses. En teoría, como ‘amigo del Batel, tengo descuento en dos entradas, siempre que esté entre las primeras cien personas que la soliciten con esa condición de ‘amigo’. Mi sorpresa llegó cuando comenté que una de las personas que nos acompañará es pensionista y minusválido, pues nos responden que en verano no tiene descuento esta persona, que el descuento es sólo en invierno. Mi cara de estupor y sorpresa llegó hasta la señorita que nos atendía, a quien pregunto por el motivo, respondiéndome que son normas de la empresa.

En fin, como suele pasar, porque no voy a dejar a esta persona pensionista sin ver el espectáculo porque la empresa no cuente con ellos en verano, compré su entrada. Lo sucedido se lo comenté a las demás personas que me acompañaban, quedando todos sorprendidos por esta situación tan desagradable. Osea, como ‘Amigo del Batel’ me hacen descuento y puedo tener la edad que sea o cualquier otra circunstancia, pero como pensionista, a los que en todo el país hacen descuentos para que tengas acceso a todo (teatros, autobuses, cines, viajes, etc), resulta que no los consideran ‘amigos’ y no cuentan con ellos en vernao.

Si alguien me puede explicar ésto se lo agradecería, mientras queda pendiente, por supuesto, una reclamación por nuestra parte y una aclaración a esta persona y a todos los pensionistas de Cartagena.