Cartagena es una ciudad bella. Bella por sus lindas mujeres, bella también por sus expectaculares edificios. Víctor Beltrí, gran arquitecto modernista, contribuyó a ello. Entre sus obras se encuentra la iglesia del Barrio Peral, Villa Calamari, Casa Maestre, Gran Hotel y un largo etcétera que están ahí, impasibles con el paso del tiempo.

Víctor Beltrí, entre los años 1906 y 1907, de una primitiva estación de tren nos regaló a los cartageneros la más bonita de las estaciones de tren en España, siguiendo los pasos de Ramón Peironcely, la decoración correría a cargo del maestro ceramista Daniel Zubaya. Creo que somos mayoría los que nos negamos a que esta maravillosa terminal de gren deje de funcionar.

Recuerdo con cariño los viajes a Madrid cuando era niño y, cómo no, la subida a ese tren que me llevó a realizar en 1988 mi servicio militar.

Querido alcalde, traiga usted el AVE, pero no haga caso a estos señores neoliberales y no deje caer nuestra querida terminal de pasajeros.

Sigo esperando, en este mi periódico, sus buenas nuevas.