No dejan de sorprendernos nuestros dirigentes de turno, acá y allá, otra farsa se ha celebrado en Murcia este fin de semana, otra representación como en las antiguas corralas, no ha faltado nadie, hasta los confinados en Bruselas como el virrey volvió aprovechando su comparecencia aséptica, chulesca y engreída en la Asamblea, bueno sí, los regios y ponzoñosos con el régimen valcarceliano como Garre y otros pocos de digna moral que se disimularon. Junto al actual y chabacano presidente y sus mermados ejércitos, en “arrebato”, estaban l@s palmer@s, los estómagos agradecidos, l@s fuler@s buscando su hueco, ha habido de todo, pero sobre todo una oda al cinismo, con la atención en escena de un señor que comienza a exhalar su último aliento político. Rajoy está hundido, y con él, todo su sequito.

Eligió el sitio adecuado para destapar su fosa y de paso, mal augurio de su destino y el de la región, ya acechada desde Valencia…, ya no hay sospechas de la integridad de los políticos españoles, directamente no hay integridad, la elección del réquiem es acertado, es la única con los últimos coros rocieros…, un lugar árido por falta de agua, pero anegado de mentiras y soflamas sobre un Plan Hidrológico frustrado y trasvases negado al igual que el AVE, fracaso de Ayala y su contubernio.

Un lugar donde no mengua la pena laboral y la miseria, por muchos embustes disfrazados que nos aporten, hay más debe que haber en el balance. Un lugar donde los grandes y faraónicos proyectos se han dilatado con la incompetencia y el pasar del tiempo, convirtiéndose en humo, carísimo humo, Paramount, Contempolis, etc., mentiras y más mentiras de los Ayalas, Barreiros, Pujaltes, Valcarceles, Celdranes, Espejos, Segados, Alonsos, Gómez-es y así una larga lista de vividores de la política. Aquí con los apropiados colchones para el auditorio y la desfachatez del palacete de deportes, o la del jubilado director general de deportes, otra insolencia al ciudadano. El “Aeropuerto Internacional del Virrey Valcárcel I” que lleva camino de la soledad junto a Pedro Antonio. Ya, lo de Novo Carthago, Condomina, Puerto Mayor, y las trazas de la Púnica, entre otras, para los juzgados, todo llegará y más pronto que tarde.

Región con notable transito empresarial sin AVE, ni el Fénix ni el ‘Abejonejo’, solo la del avestruz…, cabeza bajo tierra y esperar que cesen por olvido las críticas, como ha hecho el decaído y decadente Rajoy tras las elecciones. Una traición al voto concertado la del PP. Los españoles solamente queríamos caras nuevas y honradas, en Madrid, en Murcia y en Cartagena, a cambio de eso, más luto y grosería política y ahora… a sufrir las incompetencias del PSOE, allí y aquí, con un Sánchez que ha inspirado una nueva forma de gobierno socialista, aprovechada por la arrogancia del populista Iglesias, la de la fotografía y la estupidez, sazonado con palmeros a modo de coro, que aporten alguna viñeta al “book”, capaz de mercadear por un minuto de gloria presidencial. En eso, la Castejón tiene ‘cum laude’ en mercadeo y protagonismo, y como su líder, no la soportan en su partido y por eso se agarra a viejas glorias desechadas que le sigan el juego, con sombras y deslealtades como Martínez –que no quiere interferir con el PSOE en el Ayto., con un par…-, e ilegalidades manifiestas como Aznar, encima en Seguridad, como se le llama a esto, ¿desfachatez, corrupción, cara dura? ¿El discurso anti corrupción del alcalde de hace un año se ha volatilizado también por un sillón? Miradas pérdidas y acoso con humillación a los contrarios, eso no es de buen cristiano ni buen político, el fracaso pasa factura. El colombiano pensador González Moore dijo que; “No hay mayor cinismo que el de aquellos que reclaman para sí lo que nunca han dado.” Y así quedan desautorizados y sin credibilidad, y esto es un hecho como los asquerosos desfalcos ideológicos de Podemos. Más mentiras.

Podemos no solo se viste de morado, como los marrajos, su filosofía populista, ególatra y arrogante a la vez que irreverente se tiñe de rojo, de rojo carmesí, azul y hasta de naranja en estos lares semanasanteros, con guiones y sin guiones franquistas. La miseria humana ante la justificación del asesinato por ideología política, el desmembramiento de una nación y la injerencia en los secretos para destruir un país desde sus entrañas, además las metas envidiadas del aciago ejemplo de Venezuela son su orgulloso decálogo que da asco, y comulgar con ellos es ser cómplice del tardo totalitarismo actual, más asco.

Decía la escritora italiana Susanna Tamaro que no se puede huir de las falsedades, de las mentiras. O mejor dicho, se puede huir durante algún tiempo, pero después, cuando menos te lo esperas, vuelven a aflorar, ya no son dóciles como en el momento en que se dicen, aparentemente inofensivas, se convierten en monstruos horribles, en ogros que todo lo devoran. Las descubres y, un segundo después, te atropellan, te devoran y, contigo, todo lo que te rodea, con una avidez tremenda.

Pues como ogros, como monstruos, las mentiras, el cinismo y la corrupción han devorado al compostelano y a su sequito, y nos dejan el silencio de la ruina, nos dejan a más mediocres gobernándonos, mas cínicos vengándose y chupando, y haciendo lo mismo que ellos han hecho, solo que rodeándose de logotipos y mensajes totalitarios y radicalizados. Caudillismo de escalera en Cartagena. Mercadeo de palabras en Murcia. Arrogancia totalitaria decadente en Madrid.

Son la entelequia de los perdedores, poniendo a sus amigachos como si fueran gentes de bien solo con sus avales, jodiendo las instituciones para demostrar que hay caudillaje en el siglo XXI, y sacrificando las morales ofertadas de mercadillo, las cuales, el tiempo ha teñido de marrón añil, por un protagonismo inventado y anhelado. De eso en Cartagena hay buen ejemplo, dos partidos anodinos y perdedores, uno sin expectativas y acaudillado viviendo de la sorpresa de los cónclaves desafortunados y otro, el socialista, trucando y truncando la confianza de sus votantes. MC y PSOE, devanando capa a capa las instituciones con la humillación del fracasado, gobernando con amiguetes descaradamente y sin expectativas y dirigidos por tres ediles del Podemos de aquí, chabacanos, irreverentes y populistas. Ojo, esto es producto generado por una reata de incompetentes y necios políticos del PP en Cartagena y Murcia, y ahora, por dignidad, toca llorar por los rincones lo que no habéis sabido defender, la honra de España, de la región y la de Cartagena.

Sólo hay una luz de esperanza en el horizonte antes de que los populistas jodan el país según el decálogo de Lenin, el manual de Chávez o la guía del Frente Popular. Mantener a Pedro Antonio en la región, o a Barreiro y su corte en Cartagena ha pasado factura, ha sido un fracaso sonado e hipócrita. No cometáis el mismo error nacional dos veces, solo unas nuevas elecciones o la impuesta marcha del fracasado Rajoy, Cospedal y demás dirección del PP, junto a sus homólogos del PSOE, encabezando el éxodo Sánchez, actor frustrado de la prensa amarilla y su equipo, pueden iluminar de esperanza este país, eso sí, quizás con la presencia destacada de Susana Diaz y Cristina Cifuentes, al menos sabemos que a pesar de ser rubias son más listas que los dos morenos, y cuanto antes mejor. Y como diría “la Tamaro” en la obra Donde el corazón te lleve, “Nunca podré creer en los dogmas, en las historias que han inventado otros hombres como yo”…, como en el libro, en presente, comparando el pasado y añorando un futuro en paz negado por nuestros propios fraudes, y abocado a la soledad y el frio lejano, al hogar de siempre. No hay confianza en nuestros políticos, ninguno está a la altura, ni de Cartagena y ni mucho menos de España. Quiero que el corazón me lleve lejos de los cínicos e hipócritas, chaqueteros y oportunistas.

Sin duda, el paisano Pérez reverte está acertado cuando asevera que la incultura es una bestia manipulada por los fanáticos y canallas. Y Así…, el pueblo español ha ido cayendo en la trampa de la falta de educación, respeto, valores y cultura, pero no la del 21% que lamentablemente limitan en lo mediocre y en dar sustento a una retahíla de vividores de nuestro erario, que curiosamente se creen superiores al resto, y soezmente, nos atacan e insultan a nuestra inteligencia con la mediocridad de sus obras, -si se les puede llamar eso-, esos los mejores, los peores se forran a base de mensajes rancios de falsa libertad o prejuicios inventados en sus mansiones de Miami y otros lares enriquecidos, claro, y sin compartir, un ideario falso y chabacano con el que embaucan a los espectros de la izquierda. Las herencias culturales de este país no son las de los Toledo, Almodóvar –por mucho frívolo óscar que le hayan dado-, Bardem, Juan Diego y demás. Las herencias culturales son las de Lorca, Hernández, Larra, Josep Pla, Salvador Dalí, Muñoz Seca, Miura, Pemán, Machado y demás, precisamente parte de la memoria realmente cultural de este país que quieren destruir los catedráticos de alcoba, de pachuli y pañoleta de nuestra memoria histórica más contemporánea. Estúpidos engreídos.

"Decía Confucio que  había que transmitir la cultura a todo el mundo, sin distinción de razas ni de categorías", claro que, una vez que los falsos progres de izquierdas, los neo burgueses jacobinos ocupan cargos de responsabilidad pedagógica en nuestro sistema de enseñanza, y en base a estos falsos preceptos irrumpen con ideario trasnochado a jugar con las mentes en pubertad, pueriles, hacen lo fácil, como buenos sociatas de media izquierda, manipular a los huérfanos de nomas y estructuración familiar y chocar con los de carácter firme, con o sin ideario, de uno y otro color, con los no manipulables, y esto se paga producto del revanchismo maligno que es el capítulo primero de su decálogo.

Los cambios de leyes consentidos por los conservadores triviales y exacerbados por la izquierda, aquella de González y más reciente el “buenismo” estúpido y el todo vale de Zapatero, han convertido varias generaciones en dos concepciones antagónicas, los pensadores, y emprendedores despejados, “los listos que diría mi madre” que nos dan lecciones y los que viven del sustento social, de la mendicidad cultural, parcos inteligentemente e ideológicamente, “los espabilaos” que diría la Señora Andrea, caldo de cultivo de radicalizaciones absurdas, trasnochadas y fracasadas, con un discurso absurdamente libertario e ignorante. Decía Machado; “Cuatro principios a tener en cuenta: Lo contrario es también frecuente. No basta mover para renovar. No basta renovar para mejorar. No hay nada que sea absolutamente empeorable”.

La televisión y sus canales triviales, o aspirina del indigente moral e intelectual, es un ejemplo claro de cómo vivir del cuento sin hacer nada, es un ejemplo de la ley del mínimo esfuerzo socialista, vemos como analfabetos integrales se permiten el lujo de escribir libros, pintar…, bueno, y hacer música. Cultura del 21% en su máxima expresión, eso sí adornado con alucinantes sazonadores. Mientras el esfuerzo se castiga más que se premia en la comparación diaria con el destierro de los listos, los enchufados o “espabilaos” son más numerosos que los sacrificados y producto de ello aparecen profesores de Universidad que no dan la talla ni para escuela de verano, licenciados de fortuna, del teatro de lo absurdo de Becket,  haciendo gala de discursos locuaces dirigidos a una población errante de ideas y conocimiento, donde el oportunismo y la nómada vanagloria temporal son sus metas, a pesar de la destrucción implícita de la que alardean. De ahí surgen irrespetuoso diputados con  narcótico y delictuoso pasado y presente catapultados como héroes de la revolución proletaria, o chabacanos líderes de la ruina de un país, que darán que hablar.

A colación de los partidos emergentes con discursos maleducados e impresentables, impertinentes y vanidosos, retomo una cita de su libertador de cabecera, Bolívar “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción.” Pues aquí no, aquí podrán gobernar, mal gobernar los perdedores con ansias de protagonismo y venganza, como se pretende hacer en España, sirva de tétrico ejemplo Madrid, Zaragoza, Cartagena, Cádiz..., etc. El fracaso es sonoro, la incompetencia en la trimilenaria es manifiesta y se adorna con la adjudicación de comisarios políticos en los estamentos, y con discursos de feriante, y precisamente son los “espabilaos”, no los listos los ocupadores, que no ocupantes. Aquí como allí, los perdedores soberbios gobiernan, craso error, marcan tres concejales podemitas el camino a la gestión fotográfica del alcalde y su consorte político, le echan capotes morados en los plenos y exigen dadivas escondidos tras de la puerta. Reza el refrán, dime de que presumes y te diré de qué careces. ¿Seriedad?

Si a esto sumamos la cantidad de sinvergüenzas que nos han gobernado “dedocraticamente”, los que nos gobiernan actualmente, y los que, vitoreados por los esclavos de la ignorancia se asoman al balcón con la cultura de la violencia y la venganza por bandera, tenemos el cóctel perfecto para convertir a España en otra república bananera de fortuna como la Venezolana. Y cito a otro líder de alcoba, Zapata; “La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía.” “Tiranía”, profunda reflexión.

“Para nosotros, la cultura ni proviene de energía que se degrada al propagarse, ni es caudal que se aminore al repartirse; su defensa, obra será de actividad generosa que lleva implícitas las dos más hondas paradojas de la ética: sólo se pierde lo que se guarda, sólo se gana lo que se da.

Enseñad al que no sabe; despertad al dormido; llamad a la puerta de todos los corazones, de todas las conciencias. Y como tampoco es el hombre para la cultura, sino la cultura para el hombre, para todos los hombres, para cada hombre, de ningún modo un fardo ingente para levantarlo en vilo por todos los hombres, de tal suerte que sólo el peso de la cultura pueda repartirse entre todos, si mañana un vendaval de cinismo, de elementalidad humana, sacude el árbol de la cultura y se lleva algo más que sus hojas secas, no os asustéis. Los árboles demasiado espesos, necesitan perder algunas de sus ramas, en beneficio de sus frutos. Y a falta de una poda sabia y consciente, pudiera ser bueno el huracán.” Machado, ¡aprended estúpidos!