Miércoles, Julio 03, 2024
   
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De Santa Florentina al cielo

La política y los políticos no dejan de sorprendernos, cuanto más seriedad y transparencia solicitamos los sufridos votantes, o lo que en algunos ámbitos se ha denominado víctimas del sectarismo partidista, más nos sorprenden, de hecho, no dejan de ser sorprendentes los ascensos y descensos en la gráfica de la lealtad consistorial cartagenera, imagen y semejanza de la política regional y del estatus de San Esteban (no el santo).

Así, a la limón y cumpliendo objetivos municipales, el debate se establece en que algún concejal ha perdido la confianza de la todopoderosa alcaldesa y ha sido relegado a oscuros desvanes en detrimento de unos y beneficio de otros, y ese no es el debate.

A mi humilde parecer, el debate es otro más alejado de las deslealtades y pragmáticamente real, ¿puede una persona nacida del útero de Santa Florentina, (no la santa, sino la calle) llegar a nacer de una placenta emanada de NNGG y llagar a desarrollar su vida “laboral” como si de un erudito de la gestión se tratara?  Entiendo que no, primero y principal porque esto no es un oficio, sino un servicio público pagado en base a la experiencia y sapiencia, y durante un espacio de tiempo, pero nunca eterno…, así me lo enseñó mi profesor de filosofía allá en los 70, además de enseñarme a pensar y discernir, algo hoy arcaico. Entiendo que en política se debe de alardear de “lo mejor de cada casa” y no de la falsa lealtad arropada de  fatuas guirnaldas.

Ante esta última jugada de ajedrez, donde los peones se han movido por intereses y desintereses comprometidos y ante la cercanía de la “juerga” electoral me planteo una seria duda, ¿quién ocupará  las vallas publicitarias anunciadoras de la buena nueva  como alcaldables? Hasta hace poco el “photoshop” ha hecho milagros en ellas con alguna imagen antigua restaurada más que retocada, pero el tiempo y los hechos marcan tendencias.

Cuando pienso quien ocupará esa imagen protagonista de un proyecto de futuro socioeconómico en una valla de 3 x 3 en un par de años, rápidamente me viene a la cabeza el glosario de las concejalías, cuanto menos me acojono y pienso en quien recaerá esa tarea, sin duda emanada de San Esteban (no el santo), porque yo no veo por estos lares a esa figura, y les invito a que hagan ese ejercicio de análisis, piensen en el actual panorama político municipal, en sus excelsos perfiles, en sus dilatadas experiencias políticas y gestoras… y demás desventuras, y busquen el idóneo/a.

La continuidad en el aborregamiento con la metrópoli es clara a estas alturas, vivimos en una región donde el murciano vale más que el cartagenero, casi el doble, y ante eso Santa Florentina (no, no es la santa), calla y asiente. Y para mantener la hegemonía feudal hay sometimiento consentido y, el delfín o delfina tendrá que tener ese sometimiento consentido a pesar de su “excelso perfil”, porque aquí políticos de perfil bajo no hay, sin perfil puede haberlos, pero, ¿de perfil bajo?, ni pensarlo. Y así  surgen las dudas, o no. Si Antonio Gálvez levantara la cabeza.

¿Alguien tiene dudas de que el AVE no llegará a Cartagena hasta sabe Dios cuándo?, yo ninguna,  como pronto en el 2020 y…veremos.

¿Alguien tiene dudas de que cerraran el Rosell?, yo ninguna, y más pronto que tarde, para eso han designado a los pertinentes “liquidadores/as” y no deja de ser escandalosamente curioso por no decir obsceno que, si con el Naval habían 1000 camas y más o menos se aguantaba el sistema, mas menos que más, como es posible que ahora con algo más de población, sean suficientes las del Santa Lucia con unas 660, eso sin entrar en detalles y datos reales, que podemos entrar y avergonzarnos de la gestión sanitaria local y regional, que no profesional. Mientras Murcia von varios sin problemas.

¿Alguien tiene dudas de que se seguirán mermando las plantillas y los recursos sanitarios mientras los cargos políticos inertes seguirán menoscabando el erario regional y municipal?, yo ninguna, y a todo esto, nuestras huestes políticas replegadas en las trincheras de la ausencia implícita, ¡de donde no hay no se puede sacar!

¿Alguien tiene dudas de que el aeropuerto es y será un denostado fracaso que nos constará dinero a todos los contribuyentes?, máxime cunado hay una política de rentabilidad establecida sobe el de Alicante (30 minutos de Murcia) para recuperar los 600 millones invertidos en la provincia vecina. Por otro lado, el de San Javier sigue erre que erre en rentabilizarse (30 minutos de Murcia) ¿Error de gestión o de incompetencia? Posiblemente se abrirá antes del verano de forma absurda pero endeudado y con cuatro aviones de juguete, ¡que no nos tomen por tontos!

¿Alguien tenía dudas de que el affaire de Puerta Nueva iba a terminar como el Rosario de la Aurora en contra del Consistorio?, yo ninguna, ¿Pactos?, Sí, con el movimiento de sillones en Urbanismo, pero…, acecha Novo Carthago, verdadero problema. A algunos y algunas le produce sudor.

Si el paro en la Comarca de Cartagena aumentó un 2,4 (casi mil más) con respecto al mes anterior, que a la sazón es muy superior a la de la media regional, que se quedó en el 1,2%, el doble, y esto lo dice la  COEC y la Universidad Politécnica de Cartagena y con lo que está cayendo, ¿qué futuro laboral tenemos aparte de las milongas propagandísticas?

Si ahora resulta que, gracias a la acción divina de nuestra alcaldesa, José Cabezos es el vicealcalde; Joaquín Segado, concejal del Área de Empleo, Transportes, Industria, Deportes Juventud y Nuevas Tecnologías, ¡joder que cansancio! y Francisco Espejo, el edil de Urbanismo e Infraestructuras y algo más. Con estos cuatro magníficos, ¿qué pintan el resto que encima, además de cobrar un sueldo por mera decoración, o a la postre representar al consistorio en saraos y demás eventos sociales, su productividad es nula, o es que son “celebrities”? ¿Por qué hay una partida de medio millón de euros al año para pagar a responsables de área situados entre técnicos y concejales? ¿Alguien tiene dudas de que se está despilfarrando el dinero de Cartagena? ¿Alguien tiene dudas de que el paro no remontará hasta dentro de muchos años y no con la beligerancia que se desea?, ¿alguien tiene dudas de que se puede ahorrar en concejales, en cargos intermedios designados a dedo, de confianza o amigotes, y demás fauna política?  Yo ninguna. De hecho, eso sería un acto de confianza del partido en el gobierno, austeridad y seriedad y la mitad más uno de los cargos a la calle. Que no es más que lo que se pide, no los controles y la falta de libertad a la que estamos sometidos hoy, peor que hace 30 años. Y todo por el dinero, como en el Medievo, para mantener a la corte.

¿Alguien tiene dudas de que todas las obras en la ciudad se someten a extra costos irreverentes a la par que consentidos? ¿Error de gestión o de incompetencia o algo más?, no lo entiendo.

¿Alguien tiene dudas de que el deporte de base en Cartagena, además el que cosecha frutos y éxitos 'Allende Mar', este huérfano por apatía de sus responsables o por incompetencia que al fin y al cabo es el denominador común en la política española?

Espero llevarme una grata sorpresa cuando vea en unos meses las vallas anunciadoras de la buena nueva, y éstas estén soportadas por una cara seria, justa, honesta y transparente que al menos me apacigüe la inquietud de no equivocarme más en las urnas, aunque llevo varios sufragios acertando. Y espero que santa Florentina (la santa) no de más políticos, sino trabajo y responsabilidad a la par que humildad y rigor.

 

Vasallaje

Vasallaje consistía, en el medievo y ahora, en la relación personal por la cual el vasallo había de ofrecer o cumplir unos servicios al señor a cambio de la protección de éste. Así, viendo y analizando día a día el transcurrir de esto que se llama democracia, y de esta nueva ralea de políticos, no tengo dudas del acercamiento al vocablo que titula este artículo.

Recordando las tragicomedias y los relatos burlescos y la literatura casi lírica del medievo, me llega a la mente una obra del bachiller Fernando de Rojas, imponderable hoy para los descendientes de la ESO. Sí, es la que piensan, 'La Celestina', una obra cuyo interés más llamativo era y es su realismo, el que algunos lo llaman psicológico cinco siglos después. Así retrata, plasma o fotografía aquel ambiente burgués de mediados del XV, destacando una superficial y casquivana sociedad en crisis. Aparece reflejada en la obra una nueva clase de criados y criadas con una nueva y determinante relación meramente económica con su amos/as y su dueños/as. Poniendo en clara evidencia la crisis de entonces con un reflejo directo a lo largo de estos siglos hasta ahora, compromete filosóficamente los ideales humanos y religiosos frente a la importancia que adquiere el dinero, poderoso caballero…., que diría Quevedo. Ya advertía de la entelequia el bachiller en su prólogo, contra la corrupción que ocasionan los malos y lisonjeros sirvientes y contra los males que provoca el amor profano y la culminación perfecta del matiz. No voy a analizar las características de cada personaje por no establecer claras analogías actuales, eso lo dejo a la volátil mente del lector. Cuanto menos se reirán, no tiene desperdicio.

Y así, reseñando nuestro pasado más ilustrativo nos enfrentamos al feudalismo que impera hoy en los circuitos políticos, en el propio Gobierno de Nacional y ¿cómo no?, en el regional y local, éste ya de mercadillo, medieval…

Las huestes u hordas partidarias se refrendan de esta guisa, un señor  o señora con poder casi de pernada…, con sus súbditos/as, que le rinden vasallaje perpetuo y casi humillante, y si es necesario pelitiesa permanente por no decir adoración, pero por dinero claro o en otro estadio, por alcanzar un estatus hasta entonces impensable, normalmente emanado de las clases más frívolas, tanto cultural, moral como fútiles e ingrávidas. Pero estas clases de dudosa moral se afianzan a esas labores por un salario, por una irreal posición, y la resultante es una injerencia con el resto del pueblo sometido impunemente a estas mediocridades, éste –el pueblo- sigue pagando desmesurados impuestos, como antaño, el que más trabaja más paga y menos tiene para poder mantener los erarios, más feudales que públicos, y así se han convertido en un serio problema para la sociedad actual, han crecido a base de favores, se han incrementado las huestes funcionariales, tanto las nacionales, regionales como las municipales, han colmado los espacios inexistentes –mira que es difícil-, sobre todo de comediantes, trovadores, pajes y escuderos,  palanganeros, mamporreros, etc.

La diferencia hoy es mínima con la feudal, unos viven del cuento a costa de la política, otros cuentan cuentos para vivir de la política y algunos se basan en cuentos y favores para ocupar cargos políticos, se hacen fuertes para ello, se sirve al inmediato superior o superiora sin cuestión alguna, siempre hay, como en las tragicomedias, brazos ejecutores libres de moralidades, siempre está el malo, la mala, el juez y a la vez jurado, por supuesto el verdugo. Y sobre todo, hoy como ayer se llenan estas cortes y cortecillas de fortuna, de mentiras, envidias, promiscuidades, traiciones y demás miserias de la moral humana.

No quiero atormentar con tanta verborrea de trovador insatisfecho, pero analizo cinco siglos después y hemos avanzado milímetros. Seguimos controlados, siempre y además amenazados, en el pequeño feudo de Melibea que al fin y al cabo es el nuestro, no hay intimidad recaudatoria, el reino vecino al ser más fuete tienen derecho a más prebendas, más y mejores transportes, más y mejores hospitales, y demás desarrollo natural que el resto de los condados, marquesados, ducados, y el resto solo  mendigos, lacayos, los más cercanos a la corte, que no cortesanos ni cortesanas, aunque algunas cortes parecen verdaderas corralas a buscar el sustento pie en tierra Son feudos que ocupan la cola en desarrollo y gestión, son como el murciano de los primeros puestos en pobreza, no hay moneda para atajar la escasez, pero sí para mantener la corte llena de palmeros que no representan más que una carga para la villa.

Cantaba el trovador, y con acierto ya que en cada rincón de este país se puede encontrar a una Melibea, mujer enérgica y que toma sus propias decisiones, mujer arrogante, apasionada, hábil para improvisar y con un carácter fuerte. ¿Cómo no?, a pesar de que la edad le pasa factura, cinco siglos…, a los “Calistos y Calistas” que se presentan débiles de carácter, que olvidan sus obligaciones y sólo piensan en sí mismo. Siempre hay también una Celestina o más, persona vital, buscavidas y alcahueta de la corte, movida fundamentalmente por la codicia, dejen correr su imaginación y pónganle nombre. A diestra y siniestra aparecen los criados, lealtad la justa, no guardan fidelidad a su amo/ama y buscan su propio beneficio también.

El desprecio del pueblo levantado en armas pacificas a la par que la obra representada, será el que los arrastre al precipicio de la vulgaridad a estos personajes de tragicomedia, no tenemos más que usar las urnas, pero…, ¿qué hacer cuando no hay diferencia de escudos, de pendones, de estandartes, y sí analogías con el fin del vasallaje y la caída de la Edad Media…?

 

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