Cinco hombres encapuchados y armados entraron en el año 2003 en un establecimiento de electrodomésticos en La Palma, amenazando con un cuchillo uno de ellos a la propietaria y consiguiendo llevarse como botín el dinero que había en el comercio. Un componente de la banda se levantó el pasamontañas y los presentes pudieron verle fugazmente el rostro. Esa supuesta persona fue juzgada ayer en la sala de Lo Penal número 1 de Cartagena y el juicio quedó visto para sentencia con la petición de la Fiscalía de que sea condenado a cuatro años y medio de cárcel, mientras que la defensa rechaza que fuese el atracador y solicita la absolución.
Un robo con violencia a punta de pistola y con cuchillo en mano fue lo que sufrieron las personas que hace siete años estaban en un establecimiento de venta de electrodomésticos de La Palma. El desliz de uno de los atracadores abrió una vía de esperanza de que los causantes pagasen lo que habían hecho. La Guardia Civil mostró fotografías de varios sospechosos a los testigos que estaban en el local y fue señalada la persona que ayer se sentó en el banquillo de los acusados.
El abogado de la defensa, Matías Lafuente, presentó una postura totalmente diferente, que parte del testimonio del acusado negando que fuese él quien intervino en el atraco. El letrado hizo hincapié en que en la rueda de reconocimiento organizada por la Guardia Civil no fue reconocido su cliente y que se trata de una persona de origen marroquí, que lleva dos décadas en España, donde se casó y formó familia, que no tenía necesidad de robar porque estaba trabajando.
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