Un hombre niega haber besado en la boca a una menor, que decía de él que era su 'novio'. La Fiscalía pide una pena de cinco años de prisión por un delito continuado de abusos a menor.

"Cuando la niña regresó la noté rara y, cuando le preguntó, me dijo que había cortado con ese hombre, que eran novios y le daba besos en la boca; estaba nerviosa y lloró. Le pregunté mil veces porque no la creía, pero me decía lo mismo". Así explicó la madre de la menor de 9 años de edad cómo se enteró, aclarando que su hija le dijo que no habían existido tocamientos. Entonces acudió a la Policía Local y después al cuartel de la Guardia Civil, entrando el asunto en la vía judicial con la correspondiente visita a los psicólogos forenses.

Ese supuesto delito de abuso continuado a menor, como calificaron la fiscal (Yolanda Cuadrado) y el abogado de la acusación particular (Honorio Sánchez Quirante), es el que sentó ayer a un hombre, casado y con dos hijos, en el banquillo de la sección quinta de la Audiencia Provincial, en Cartagena, para enfrentarse a una pena de siete años de prisión y siete de alejamiento hacia la víctima. La defensa, representada por la letrada Isabel Saura Martínez, pide que sea absuelto, pues el acusado rechaza de plano todo lo que se le imputa. Esta persona, quien regente un kiosco-bar en una localidad marmenorense, rechazó que ese día al que hacía alusión la madre, la pequeña hubiese entrado en su casa, "dio dos pasos y le dije que me iba a trabajar", y también que le hubiese dado besos en la parte de atrás del kiosco. "No es cierto nada de eso, creo que su cabeza ha inventado todo eso", dijo. "Algunas veces me buscaba, y yo pensaba que estaba falta de cariño tras la separación de sus padres, pero en alguna ocasión pensé que era pesada". Su abogada expuso que, pese a este asunto, no le han quitado la adopción de sus dos hijas y también expuso que la niña sufre déficit de atención, siendo muy infantil para su edad y con dificultades de relacionarse. 

La madre de la menor, que en un momento de su declaración se emocionó, sí dijo que el acusado se mostraba cariñoso con su hija y que la tarde en que descubrió lo que pasaba, otras dos niñas le dijeron que el acusado le dijo a la menor que pasase a su casa que tenía que decirle algo importante, no dejando acceder a las otras dos. Después, cuando ya estaba en casa y le preguntó numerosas veces, la niña le explicó que era en la parte posterior del kiosco donde la besaba. Respecto a que su hija se está medicando por el déficit de atención que sufre, aseveró que la niña "sabe lo que ve". Después declaró la menor sin presencia de público en la sala y tras un biombo para no ver al acusado. La causa quedó vista para sentencia.