Los Médicos está sufriendo diversos asaltos en las últimas fechas, con el resultado de casas deshabitadas que han sido vaciadas, incluida la ermita, donde se han llevado material utilizado para las fiestas, el órgano y la corona del Sagrado Corazón. "Produce mucho dolor y miedo ver lo que están haciendo", expresa una vecina.

Los Médicos es la diputación cartagenera con menos residentes estables, sólo 117 según el padrón municipal. Su territorio, ubicado entre Pozo Estrecho, La Palma, Santa Ana y Miranda, está plagado de casas aisladas, que muchos ciudadanos utilizan como segunda vivienda para el ocio o descanso. La alarma ha saltado en las últimas fechas con la actuación de los ladrones, que se dedican, de forma organizada, a desvalijar (casi) todo lo que hay en el interior.

Un ejemplo está en la casa de Salvador, conocido vecino que falleció hace unos meses y cuya vivienda ha sido totalmente vaciada por los ladrones. Muebles, electrodomésticos, fregaderos, sillas, mecedoras... y hasta tres barriles de vino. Pero no sólo el interior ha quedado 'limpio', sino que también 'limpiaron' los tubos de los cables eléctricos.

Otra casa próxima no ha corrido la misma suerte... porque ya había sufrido un saqueo tiempo atrás, pero las puertas han sido rotas y los cables también han desaparecidos.

El tercer caso de los últimos días que ha conocido Cartagena de Ley se sitúa en la ermita, obra que comenzó a levantarse en 1766 y que, tras un largo paréntesis, fue concluida exactamente un siglo más tarde. En su interior está los Santos Médicos, San Cosme y San Damián, con numerosos devotos entre los cartageneros, y en el entorno de la ermita, en septiembre, se celebra una convivencia de vecinos, antiguos vecinos, amigos y devotos muy emocionante. Se sacan tableros, sillas, mesas, toldo y se monta un 'campamento' para ese encuentro que, ahora mismo, ya no es posible, pues los ladrones se han llevado todo ese material.

Entraron en la iglesia por un lateral, en lo que hace muchos años era la vivienda de la familia que cuidaba la ermita. Hicieron un agujero en la pared y de ahí se adentraron en la iglesia, donde se llevaron algunos objetos, destacando el órgano y la corona del Sagrado Corazón. Volvieron a romper la pared y se adentraron en la habitación de la antigua escuela, donde se llevaron todo el material de los encuentros antes reseñado. Por su supuesto, la ermita también se ha quedado sin cables eléctricos. "Produce dolor lo que han hecho en la ermita estas personas", expresa una vecina, afirmando a continuación que es "evidente que vienen preparados, con camiones o furgonetas para llevarse todo lo que se están llevando en esta zona".