Entró un bar del grupo Colorado en el Barrio de la Concepción (Cartagena) y se llevó más de cien euros. Esa noche robó en una panadería, a la que regresó unas horas después. Al día siguiente volvió al bar... pero ya se hartaron y fue denunciado. Al acusado le han sumado las tres causas y la Fiscalía pidió al juez una condena de diez años de cárcel, que se redujo a seis tras un acuerdo con la defensa. Sin embargo, el acusado quería menos castigo y no aceptó el acuerdo, decidiendo entonces cambiar de abogado, por lo que los juicios se aplazaron y volvió al centro penitenciario de Sangonera.

En apenas veinticuatro horas, se llevó dinero de la caja de un bar tras amenazar con unos luchados, entró con una navaja en una panadería con una navaja, a la que regresó horas más tarde a través de una persiana rota, siendo visto, y al día siguiente volvió al mismo bar del día anterior, donde fue echado. Tres denuncias se le acumularon y otros tantos juicios, pero si extraña fue su acción de encadenar tanto robo en un espacio localizado como la que adoptó ante el juez de Lo Penal número 2, Álvaro Bellas. La Fiscalía solicitó penas que sumaban una década en prisión, pero alcanzó un acuerdo con el abogado de la defensa, Manuel Nieto Gens, quien representaba al acusado de oficio, para dejar ese castigo en seis años. Sin embargo, el imputado se negó al pedir una reducción mayor. Al decirle el letrado que no era posible, anunció que iba a cambiar de abogado y los juicios fueron suspendidos hasta que se le asigne el nuevo letrado.