Nació el 25 de febrero de 1961 en Cartagena, es licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia y abogado en ejercicio desde 1988.

José Muelas Cerezuela fue elegido decano del Colegio de Abogados de Cartagena hace cuatro años y ahora se presenta a la reelección dispuesto "a superar los peligros que amenazan a Cartagena y a su Colegio, y el deseo de trabajar por un Colegio de todos y para todos".

1. Hace cuatro años accedió al cargo de decano del Colegio de Abogados y ahora ha decidido presentarse a la reelección. ¿Qué motivos le han llevado a dar ese paso?
La convicción de que podemos superar los peligros que amenazan a Cartagena y a su Colegio, la ilusión de superar estos retos y el deseo de trabajar por un Colegio de todos y para todos, moderno, creativo y con vocación de futuro.

2. Miramos hacia atrás. ¿Qué destaca de lo llevado a cabo en estos años atrás?

Resumir estos cuatro años es francamente difícil en estas pocas líneas, por eso he preparado para todos los colegiados una memoria 2010-2013 donde se recogen algunos de los logros más importantes conseguidos aunque, necesariamente, no pueden recogerse todos. Piense que sólo resumir este larguísimo año 2013 daría para escribir casi un volumen entero ya que el año debutó con dos amenazas terribles para la justicia y nuestro Colegio: La Ley de Tasas y la Ley de Servicios Profesionales.
Mi opinión personal sobre la ley de tasas es bien conocida y he tenido ocasión de exponerla en numerosos foros, tanto por escrito como de palabra en conferencias, como por ejemplo en ésta a la que me invitó el ICAM

pero la ley que verdaderamente ha sido una pesadilla constante y que me ha obligado a vivir alguno de los días más amargos de mi vida ha sido la Ley de Servicios Profesionales. El primer borrador de anteproyecto amenazaba con reducir a 17 los colegios de abogados de España y eso suponía no sólo la desaparición de nuestro colegio, sino la completa desaparición del sistema de justicia gratuita de España. Ya el 2 de enero hubimos de preparar a toda prisa un vídeo casero

donde traté de explicar las razones de la planta de los Colegios de Abogados y el terrible daño que se haría a la justicia gratuita si se producía la desaparición de colegios. Para mi sorpresa el video fue un éxito inmediato y se convirtió en el argumentario de batalla de casi todos los colegios de España. Nuestro trabajo de persuasión en ese punto fue agónico, preparamos ibooks y ebooks que suministramos a cuantos políticos teníamos a nuestro alcance a través de las redes. Preparamos además estudios económicos y nos entrevistamos contra-reloj con cuantos políticos pudiesen influir para evitar esa locura; mientras tanto preparamos un vídeo ilustrativo

de las actividades de un colegio de abogados como el nuestro. Fueron días de trabajo, de manifestaciones y de infinitas reuniones en Madrid, pero gracias al coraje de nuestros colegiados y a que en su inmensa mayoría trabajamos unidos, pudimos salir adelante y en agosto el anteproyecto ya no contemplaba la desaparición de colegios.
No pudimos celebrarlo porque para esa fecha ya había entrado en escena otro anteproyecto de ley desgraciado, el de demarcación y planta, que amenazaba y aún amenaza con configurar la planta judicial con criterios e ideas provinciales de 1833 y centralizar todos los órganos judiciales en las capitales de provincia. Hubimos de volver de nuevo a la pelea y a fijar nuestras posiciones en textos y artículos, como La justicia es para las personas o Mentiras, medias verdades y Ley de Planta. Y otra vez volvimos a tratar de llevar nuestra verdad a todas las instancias políticas, de dentro y fuera de nuestra región, para que la justicia siguiese estando cercana y al alcance de todos. El Ayuntamiento de Cartagena fue receptivo a nuestras tesis y por unanimidad aprobó una declaración institucional de importancia capital. Pero nada hay todavía conseguido, nuestra batalla sigue en toda su intensidad y aún no se ha modificado el lamentable borrador de anteproyecto. No obstante hemos avanzado mucho y seguiremos avanzando si mantenemos el espíritu altruista, combativo y generoso que nos ha traído hasta aquí. Si permanecemos juntos nada hemos de temer, prevaleceremos y sabremos que ha merecido la pena, por nosotros y por Cartagena.
No puedo dejar de mencionar como logro la implantación del máster de acceso al ejercicio de la profesión que estuvo en peligro hasta hace escasas semanas por las presiones e imposiciones de organismos que no han acabado de entender que Cartagena no puede ser postergada a ninguna otra ciudad de esta región. Prevalecimos una vez más y hoy contamos con un máster al máximo nivel. En nuestra escuela de práctica jurídica, a diferencia de lo ocurrido en anteriores épocas, no ha sido preciso incorporar a ningún profesor titular y continúan los mismos de hace cuatro años y ni siquiera el decano imparte deontología (como está reglamentariamente establecido) pues mi primera instrucción fue que ningún miembro de la junta pudiese ser nombrado profesor. Esa instrucción se ha cumplido a rajatabla y sigue en pié, basta con mirar el cuadro de profesores para comprobarlo.
Algo que me parecía necesario también se ha cumplido: aprovechar al 100% la infraestructura de nuestro colegio. Adecuamos el salón de actos, remozamos las instalaciones y, sobre todo, convertimos la abandonada y cerrada cafetería en una biblioteca y aula multiusos hoy utilizadísima por los compañeros.
Finalmente he de subrayar que todas estas inversiones, lejos de disminuir las reservas económicas del colegio, se han llevado a cabo con los excedentes que la buena gestión económica ha generado. Gracias a ello hemos multiplicado por cuatro las reservas del colegio y al mismo tiempo hemos bajado las cuotas.

3. Dos capítulos importantes, como son el económico y el tecnológico. Comenzamos por el primero, ¿qué salud económica tiene el colegio?
Como he dicho antes en estos últimos cuatro años el Colegio ha multiplicado por cuatro sus reservas, hemos bajado las cuotas al tiempo que, sobre todo, hemos multiplicado exponencialmente los servicios y esto ha hecho que muchos juristas de otras partes de España hayan elegido Cartagena como su colegio. Somos ya 1128 colegiados, muchos de ellos de otras regiones, que ven como este Colegio les ofrece la mejor relación calidad/precio posible. Colegios de nuestra categoría como Jerez (88 euros al mes) o Elche (66 euros al mes) son mucho más caros que el nuestro (31 euros al mes) y esto, en conjunción con los servicios que prestamos, nos hace terriblemente atractivos, nos aporta fondos suplementarios y nos permite mirar el futuro con confianza. Hemos generado empleo y, gracias a una eficaz y rigurosa gestión del patrimonio de todos los colegiados (gracias tesorero) hoy no tenemos temores económicos y sí planes de futuro.

4. Respecto al segundo, ¿se adapta la profesión al uso que la sociedad exige de las nuevas tecnologías?
El Colegio de Cartagena, en España, es reconocido como uno de los que llevan a cabo una más inteligente gestión de las nuevas tecnologías. Nuestra apuesta se basa en el conocimiento, no en el dinero, usamos de programas de código abierto (GNU) que resultan tan poderosos como baratos. Hemos desarrollado una plataforma tecnológica que acabamos de poner en marcha que contiene una poderosa plataforma de gestión de contenidos y de e-learning. La web ha sido totalmente renovada dentro de esa plataforma y es el momento de ponerla en marcha y aprovechar sus funcionalidades al ciento por ciento, aunque es sólo la punta del iceberg de un sistema tecnológico mucho más profundo que, si somos capaces de adquirir los conocimientos precisos, nos rendirá en el futuro grandísimos resultados. Ahora mismo estamos en pruebas, los próximos cuatro años serán el momento de recoger el fruto de este esfuerzo. Para ello el conocimiento va a ser vital.
Nos hemos dotado de las herramientas precisas, ahora es preciso desarrollarlas con conocimiento y criterio. Estoy convencido de que, bien utilizadas, ofrecerán a nuestros colegiados ventajas competitivas sobre otros colegios de España.

5. Estos años también se ha caracterizado por los conflictos surgidos por las decisiones o proyectos de los altos dirigentes hacia la Justicia. ¿Se pueden bajar ya los brazos?
Ese sería el peor error. Aunque hay mucho ganado en materia de Ley de Servicios Profesionales nada hay conseguido en firme todavía en materia de Ley de Planta. Esa ley pone en peligro los juzgados de Cartagena y el borrador de anteproyecto aún conserva la misma redacción con que fue presentado. Es verdad que ya en círculos políticos se admite que no será posible llevarlo adelante así pero bastará que bajemos los brazos un segundo para que nos enfrentemos a la terrible realidad de que los juzgados de Cartagena puedan desaparecer. Es el momento de estar más atentos que nunca, de mantener la guardia alta y de conservar ese fantástico espíritu de unidad y camaradería que nos ha permitido enfrentarnos con éxito a problemas que, de otro modo, habrían sido insuperables.

6. Y miramos hacia adelante. ¿Qué queda por crear o conseguir?
Queda muchísimo por hacer, todos mis compañeros tienen ya mi programa electoral con un amplio conjunto de medidas abiertas a la iniciativa de todos. Pero sí me gustaría subrayar que tenemos que hacer del colegio una corporación que señale el camino de lo que debe ser una organización del siglo XXI: Transparente para todos incorporando las más avanzadas disposiciones en esta materia y reduciendo al mínimo legal los ámbitos reservados; participativa al máximo, donde las decisiones sean conocidas, debatidas y elaboradas por todos a fin de aprovechar la inmensa inteligencia colectiva que tiene nuestra corporación y nuestros colegiados. Un lugar donde los principios de datos y gobierno abiertos que preconiza la UE se concreten de la forma más avanzada posible. Todos somos abogados, no podemos desperdiciar ese inmenso caudal de conocimiento. Sé que no será fácil, pero sé que podemos hacerlo y que esto nos reportará enormes ventajas. La máxima transparencia y la máxima participación no pueden ser una opción, han de ser principios estatutaria y reglamentariamente establecidos.
Hemos de seguir cuidando nuestra economía, manteniendo un riguroso control del gasto de forma que el dinero de todos se emplee siempre en beneficio de todos. No podemos retroceder ni un milímetro en este punto pues es mucho lo avanzado pero mucho más aún lo que queda por avanzar.
Tenemos que generar nuevas oportunidades de desarrollo personal y profesional para todos nuestros colegiados en un marco de absoluta igualdad, hemos de abrir nuevos cauces de desarrollo profesional y, en fin, debemos también de prepararnos todos para aprovechar las oportunidades que una corporación viva y creativa nos puede ofrecer.
En contra de lo que muchos pensaban hace sólo unos meses seguimos vivos y vamos a seguir vivos muchos an?os. Somos y seremos icacartagena. No vamos a aceptar nada como inevitable, lo u?nico que nunca ha servido de nada es no hacer nada, por eso y porque nadie esta? vencido hasta que se rinde, vamos a seguir peleando. Y vamos a ganar.
Quedan muchas amenazas por delante como el anteproyecto de Ley de Planta y la Ley de Tasas; pero hemos aprendido a enfrentar esas amenazas y vamos a usar todo ese conocimiento en el futuro para que la primera de ellas jama?s afecte a Cartagena y la segunda no perviva.
No hemos de tener miedo. Tenemos lo que necesitamos: Nos tenemos a nosotros, contamos con nuestra capacidad y con un potencial que puesto en marcha es imparable.
Por eso importa poco si el presente es malo, lo que importa es que el man?ana es nuestro.