Antonio, un hombre de más de 77 kilos y cerca de 1,78 metros de altura, estuvo casi cuatro horas declarando... sin gafas de sol graduadas, que al principio quiso mantener porque sin ellas se siente en "un estado de angustia y estrés".
Alrededor de las diez de la mañana entró Antonio en la sala de la sección quinta de la Audiencia Provincial, en Cartagena. Llevaba unas gafas de sol graduadas de las que no se desprendió durante la jornada de ayer ni en su entrada ni salida de la sala, ya que asegura que si no las lleva puestas se siente en "un estado de angustia y estrés". Sin embargo, ante la petición conjunta del tribunal, ha accedido a quitárselas mientras declaraba.
Hoy se celebrará la tercera y última sesión de este juicio.
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