Siete trabajadores de la cafetería del hospital Narval han denunciado la situación que sufren por haber indicado la empresa a la que pertenecían en el Hospital Naval de Cartagena que, al cerrarse esta instalación, iban a pasar a trabajar con la empresa que lleva las cafeterías del nuevo hospital de Santa Lucía, pero se han encontrado que una le ha dado de baja y la otra no los admite. El juicio se celebró en el juzgado de Lo Social número 1 de Cartagena siendo la abogada Mercedes García-Ortega quien representó a los trabajadores.

Están sin trabajo, no cobraron indemnización, no pueden ser contratados por ninguna empresa (están dados de baja en la Seguridad Social) y no perciben desempleo ni pueden solicitarlo. Es la situación que seis mujeres y un hombre que trabajaban en la cafetería del Hospital Naval están sufriendo y por lo que presentaron demanda laboral contra Serunión (empresa que los tenía contratados en el Naval), Mediterránea Catering (empresa que lleva las cafeterías de Santa Lucía), Fogasa (Fondo de Garantía Salarial), Giscarmsa (empresa parala gestión hospitalaria de la Comunidad Autónoma) y Servicio Murciano de Salud.

"Serunión les entregó una carta indicando que iban a ser subrogados por Mediterránea, pero al presentarse en esta empresa les dijeron que no sabían nada y que no les iban a contratar; es decir, que no aceptaba la subrogación del contrato". Así expuso el origen de la situación la abogada Mercedes García-Ortega. Estos trabajadores fueron enviados a Santa Lucía entre el 23 de diciembre de 2010 y el 31 de marzo de 2011. En total el asunto afecta a nueve empleados, pero el juicio celebrado esta semana abarcaba a siete, mientras que para los otros dos se ha fijado el mes de septiembre para la vista oral.

El abogado de Serunión, procedente de Madrid, expuso que, al anunciarse el cierre del hospital Naval, "entendimos que los trabajadores se trasladaban a Santa Lucia, pues no existe razón legal para que no fuera así, pues además está en sintonía con el Pacto por el Empleo de la Región de Murcia". Continuó diciendo que no fue "una actuación caprichosa porque Mediterránea tenía obligación de subrogar el servicio al tratarse de un traslado de las actividades del Hospital Naval al de Santa Lucía; valga como ejemplo, que si Serunión hubiese ganado el concurso de las cafeterías de Santa Lucía estaría obligada a mantener los puestos de trabajo de estas personas, pues la misma obligación tiene el que ganó el concurso aunque sea otra empresa. Por otro lado, el II Pacto por la Estabilidad del Empleo refleja la subrogación de todos los trabajadores de empresas auxiliares".

La posición de Mediterráneo Catering, representada por un abogado de Barcelona, es diferente. "Nuestra empresa nunca ha tenido relación con estas personas ni está obligada a subrogar sus contratos. Además, hay un claro hecho diferencia, como es que son dos centros de trabajos distintos. Nosotros, para contratar, sólo estábamos obligados a acudir a la bolsa de empleo, que resulta que no existía. Así que Serunión debió cancelar los contratos y responder por los despidos".

Mercedes Torregrosa, del Servicio Murciano de Salud, calificó de "sorprendente" el escrito que Serunión envió a los trabajadores, el cual no acepta. Desveló que esta sociedad ya comunicó su precaria situación económica al SMS en varias ocasiones y que el 31 de marzo cerró la cafetería. "No pueden subrogarse los contratos porque no fue un cambio de actividad, sino un cese", matizando que sólo se subrogaron "servicios que se prestan a los pacientes, pero no los restaurantes y cafeterías dirigidas al público".

Crearán la bolsa de trabajo
Por su parte, Gimnscarsa remarcó "esa diferencia de servicios complementarios y servicios excedentes, que excluyen a la cafetería pública". Después, sobre la inexistencia de la bolsa de trabajo, indicó que asumen el compromiso "de crearla y que sea ahí donde deban acudir las empresas".