Una empresa de gestión de instalaciones deportivas en San Pedro del Pinatar despidió a una empleada por insultos a los jefes y por trato incorrecto con un cliente. La trabajadora recurrió el despido procedente, pero no ha acudido al juicio fijado en la sala de Lo Social número 2 de Cartagena.
La mujer solicitó que se anulase el despido procedente (le supone no percibir cantidad alguna de indemnización ni durante el desempleo), solicitando la readmisión en su puesto o la indemnización por improcedente. Por su parte, la empresa, que estuvo representada por el letrado Francisco Belda, alegó que la decisión del despido estuvo basada en los insultos que profirió a los dos miembros del matrimonio que dirigen la empresa y por no tratar bien a una cliente, quien expresó su malestar en una hoja de reclamaciones. Sin embargo, la demandante no se presentó a la vista oral.
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