La frase ha sido vertida hoy por uno de los siete acusados de explotar un punto de venta de droga en Lo Campano que fue desarticulado el pasado año por el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Cartagena.

Los datos previos al juicio se pueden conocer en el artículo:

Un garito de Lo Campano llega por la 'vía rápida' a la Audiencia


Esta mañana se ha celebrado, en una abarrotada sala de vistas de la sección quinta de la Audiencia Provincial, la primera de las dos sesiones previstas en esta causa, en la que han declarado los siete acusados, para los que la Fiscalía solicita penas de 6 años de cárcel para cinco y de 9 para los que tienen antecedentes (Fernando C. C. y Dionisio V. T.), además del pago de una multa de 17.000 euros. 

El primer en sentarse delante del tribunal ha sido Fernando, quien segundos después se ha girado y ha señalado con la mano a Pedro A. S. 'El Calleja' y Gabriel G. R. "Esto no es mío, es de esos dos que están ahí; el dueño y los que trabajaban para él están ahí todos sentados". Reconoció que está inmerso en otra causa de 2006 pendiente de juicio, pero aseguró que leva dos años en tratamiento para no consumir drogas. "Me presenté voluntariamente en Comisaría porque ya me han hecho dos veces la misma jugada", asegurando que su presencia junto al garito ubicado en el número 1 de la calle Gomera se debía a que familiares directos residen en las viviendas 3 y 5.

Un garito para drogas y tragaperras
'El Calleja' tomó el relevo en las declaraciones. "Estaba en el paro y me quedé con el garito" y aseguró que su tío, Gabriel, "era la única persona que trabajaba para mí". También dijo que se gastaba todo el dinero que ganaba en "drogas y tragaperras". Por su parte, Gabriel dijo que había trabajado "sólo dos veces y mi sobrino, que era el jefe, me pagaba de 30 a 50 euros por día". 

El informe de la Policía Nacional es realmente amplio y detallado, tanto en días y horas, así como los movimientos y el vestuario de los sospechosos. Quizás sea de los más completos que se han escuchado en una sala de vistas de los juzgados cartageneros. Ese seguimiento se inició el 4 de mayo y concluyó con el registro y actuación policial del 24 de junio de 2009. La fiscal Verónica Celdrán le relató a cada inculpado sus presencias, incluidos los supuestos acompañamientos hacia el garito de los clientes que llegaban.

Juan M. G. aseguró que el día de la redada, 24 de junio, estaba allí porque reside "en esa zona y me había tirado toda la noche de mi santo bebiendo y estaba borracho", asegurando que no efectuaba labores de vigilancia. "Entré a pedir una raya, pero no a comprar porque no tengo dinero". Dionisio, por su parte, reconoció haber comprado droga, pero negó también que fuese un 'aguador' y las presencias que le señala la Policía. "En esas fechas no iba porque mi mujer me dijo que si no me dejaba las drogas se iba con los hijos". Por su parte, los hermanos Francisco y Juan Diego también negaron las acusaciones, proclamaron que carecen de cualquier tipo de antecedente en el terreno del narcotráfico y dijeron que se presentaron en el juzgado tres meses más tarde al enterarse por un amigo que los buscaban los policías.

Los abogados que llevan las defensas (Francisco Pérez Torres, María José Roldán, Juan Francisco Pérez Avilés, María Paredes Hernández y Natividad González) centraron sus preguntas en que los acusados exculpasen a sus respectivos clientes, con excepción de 'El Calleja' y Gabriel, además de reflejar si eran consumidores o no ante la posibilidad de que hubiese que plantear alguna atenuante. María José Roldán, por su parte, hizo que se levantasen dos familiares de Fernando alegando que existía un parecido físico que pudo llevar a la confusión a los agentes de Comisaría.

Mañana se celebrará la segunda sesión con los testimonios de testigos, policías y otras pruebas.