La sorpresa de Javier Alcaraz, un agricultor de El Albujón, fue mayúscula cuando a las ocho de la mañana de ayer llegó al campo de lechugas que tiene en junto a la carretera entre Fuente Álamo y las Palas y lo vio prácticamente desmantelado. Un grupo de ladrones había entrado en su explotación de madrugada y le robó cerca de ocho mil piezas de lechugas fumigadas con productos fitosanitarios una semana antes.
«Estamos seguros de que las venderán en los mercadillos de los pueblos de los alrededores. Por eso hay que advertir a los ciudadanos de que consumirlas podría resultar perjudicial para la salud», explicó este agricultor.
«Estamos seguros de que las venderán en los mercadillos de los pueblos de los alrededores. Por eso hay que advertir a los ciudadanos de que consumirlas podría resultar perjudicial para la salud», explicó este agricultor.
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