Gritaba, insultada, amenazaba y, otras acciones repudiables, empujaba a su madre. Y todo para obligarla a darle dinero para comprar drogas. Finalmente esa situación se hizo tan insostenible que su progenitora tuvo que llamar a la Policía y denunciar la situación que vivía. Su hijo ha sido condenado a prisión por un año (en principio no entrará al ser inferior a dos años y carecer de antecedentes) y tiene prohibido aproximarse o comunicarse con su madre durante dos años.

El acusado, de 30 años de edad, con ánimo de menoscabar la integridad psíquica de su madre, mantuvo una actitud constante de insultos, vejaciones y amenazas hacia ella porque no le daba dinero para conseguir droga. Incluso, quedó probado que la empujaba y gritaba casi a diario, llegando a levantar en alto el puño en actitud amenazante y a golpear el mobiliario del domicilio familiar. Esta situación provocó en la mujer un trastorno ansioso depresivo, para lo que está siendo tratada.

La Fiscalía solicitó ante el juez de la sala de Lo Penal número 2 de Cartagena para este hombre dos años de cárcel por un delito de lesiones, además del pago de las costas y no indemnización al renunciar la madre. Por su parte, la defensa consideraban que no existía delito y pedía la absolución.

Finalmente, el hijo se mostró conforme con la acusación propuesta por el ministerio público tras acuerdo con la defensa: un año de prisión y una orden de alejamiento de 300 metros y de comunicación (por cualquier medio) con su madre durante dos años, además del pago de las costas. El juez Álvaro Bellas ha elevado esa condena a sentencia.