El fuerte dispositivo de seguridad en el entorno de Santa María ya se ha convertido en una imagen habitual en la madrugada marraja. Esta vez los agentes de la UPR acudieron con casco antidisturbios.

“La procesión pasa por la calle del Aire porque está la policía, lo tengo claro”. La frase corresponde a una ciudadana que contemplaba el fuerte dispositivo de seguridad desplegaba por la Policía Nacional y Policía Local en la calle del Aire, especialmente cuando pasa la procesión del Encuentro de la Cofradía Marraja. La vía y su entorno es un hervidero de personas que han tomado los locales de copas y las calles, resultando complicar cruzar por esas aglomeraciones. Incidentes, que sepamos, no se registraron, pero se observa como muchos de estos jóvenes se desplazan de un lugar a otro sin prestar atención al paso de los procesionistas, por lo que los agentes policiales forman una valla humana para conseguir que no interfieran.
Tras los incidentes de hace dos años, que obligaron, por vez primera en la historia, a recular a la procesión y cambiar de itinerario, el pasado año ya estuvieron agentes de la UPR de la Policía Nacional, que han repetido este año con la novedad de llevar cascos para actuaciones de antidisturbios. El motivo, según hemos podido conocer, no tiene nada que ver con el temor a un mayor temor de nuevos incidentes o al terrorismo yihadista, como apuntaba alguno, simplemente que el responsable de la unidad decide que se lleven o no.

Lo que sí parece claro es que entre las ‘agrupaciones’ que toman parte en la madrugada marraja se va a hacer familiar durante un tiempo este nuevo ‘paso policial’.

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