Origen: Panamá. Destino: domicilios de Los Mateos (Cartagena) y Fuente Álamo. El envío postal hubiese sido normal si no es porque los sobres contenía cocaína. La Guardia Civil hizo un seguimiento desde Barajas (Madrid), deteniendo a tres personas una vez efectuadas las entregas por parte del cartero. El juicio ha quedado visto para sentencia.

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Juzgan a quienes recibían paquetes postales con cocaína enviados desde Panamá

La vista oral en la sección quinta de la Audiencia Provincial, en Cartagena, comenzó tras un intento fructuoso de llegar a un acuerdo con los tres imputados, quienes fueron, como es preceptivo, los primeros en someterse a las preguntas del fiscal, David Campayo, y de los abogados defensores: Ángel Cegarra (representa a Carlos), María del Puy Martínez (defiende a Juana) y María Cristina Serrate (letrada de Víctor).

La pareja, padres de cinco hijos, fue la primera en declarar. Víctor habló de que una persona de Torrevieja le ofreció "una recompensa" por facilitar direcciones para recibir envíos postales, de los que desconocía el contenido, y que él fue quien ofreció 50 euros a Carlos por aceptar que a su casa llegase "un sobre con documentos". Su esposa, por su parte, sólo dijo que en este asunto colaboró al facilitar su nombre y dirección. Después, Carlos afirmó que sólo había coincidido antes con Víctor en una ocasión y que no vio "malicia" en el ofrecimiento que le hicieron. Las declaraciones de los dos hombres, ambos de origen ecuatoriano y sin estar regularizados en España, se pueden escuchar en los vídeos adjuntos.

Los guardias civiles y agentes de vigilancia aduanera, a continuación, reconocieron que desde el primer momento Víctor implicó en este asunto a una persona llamada Jaime y residente en Torrevieja, para después explicar que en el aeropuerto de Barajas fue detectada la presencia de cocaína en los paquetes, por lo que se llevó a cabo una entregada controlada. El aludido Jaime, después, se limitó a reconocer que ofrecieron dinero a Víctor y a él por recibir envíos de correos.

Conclusiones
El fiscal mantiene la petición de cinco años de cárcel para Carlos, rebajó a tres la de Víctor y a uno para Juana, a quien considera finalmente como cómplice pero no autora. Aseguró que los dos hombres "sabían que se trataba de droga y en cantidad importante", considerando que no es normal que no se extrañasen por recibir una recompensa sólo por recibir unos paquetes.

María del Puy Martínez pidió la pena más baja posible para Juana, que sólo es cómplice y en todo momento colaboró con la investigación, mientras que María Cristina Serrate solicitó para Víctor que se aprecien las atenuantes de dilaciones indebidas (este asunto es de 2009) y de confesión, para que el castigo sea como máximo de dos años.

El abogado Ángel Cegarra, por su parte, reclama que Carlos sea absuelto "pues su connivencia con otros en este asunto no se ha demostrado y desde el primer momento reconoce que aceptó 50 euros por hacer un favor, recibiendo unos papeles que Víctor no quería que viese su mujer. Después, en momento alguno preguntó por el envío ni mostró interés si se retrasaba la llegada, además de que no era el destinatario final". Hizo hincapié en que se había reconocido en la instrucción que a Jaime, de Torrevieja, le ofrecieron 300 euros por buscar dos direcciones para recibir envíos postales. "Sorprende que esté como testigo y no como imputado". Recalcó que Carlos sólo hizo "un favor" y que no es lógico que reciba más pena que Víctor, "cuando se ha reconocido en todo momento que fue quien le hizo el encargo". De forma subsidiaria, pide las mismas atenuantes de dilaciones indebidas y confesión para su cliente.

El presidente del tribunal, Miguel Ángel Larrosa, dio la oportunidad a los acusados de decir 'la última palabra' antes de cerrar la sesión. Víctor empleó bastante tiempo en reiterar que desconocía el contenido de la carta y que cuando se recibió "yo estaba haciendo cola para recoger comida de Cáritas, no sabía lo que llevaba. Estaba en crisis y con cinco hijos, por lo que acepté el dinero, pero no sabía que llevaba droga". Carlos, por su parte, se dirigió al fiscal para aseverar "que no existió un encuentro preparado con Víctor, como afirma". El juicio quedó visto para sentencia.