El vecino de la barriada Virgen de la Caridad de Cartagena, cuyo cadáver apareció anteayer flotando en aguas de Cala Cortina, pudo haber sufrido una muerte violenta y no por ahogamiento una vez que se han detectado diversas graves lesiones en su cadáver, en concreto, varios golpes en la cabeza recibidos por varias personas.

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El asunto lo lleva el juzgado de Instrucción número 1 de Cartagena, en funciones de guardia, junto a la Policía Judicial de la Comisaría de Cartagena, que tras conocer el informe forense trabaja sobre algunas líneas abiertas durante las últimas semanas cuando se estaba investigando la desaparición de Diego Pérez Tomás, quien dejó de ser visto por familiares y vecinos el 10 de marzo. En este tiempo ha sido su propia familia la que apuntó que podían haberlo matado, además de que fechas antes de desaparecer, el hombre había llamado a la Policía Nacional para decir que le habían amenazado, aunque entonces sus afirmaciones carecían de consistencia.