El juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena, en sentencia que ha confirmado la sección quinta de la Audiencia Provincial, condena a una mujer a pagar 1.135 euros por la muerte de un perro 'yorshire' que le causó el animal de su propiedad, un 'bull terrier' que iba suelto y sin bozal por la calle La Sonora, en la barriada cartagenera de La Vaguada. El magistrado Miguel Ángel Larrosa (en la imagen), en su sentencia tras el recurso, indica que no llevar controlado a un animal en un espacio público supone "una aceptación táctica de las posibles consecuencias derivadas de la agresión y, por ello, de un auténtico dolor eventual".
El magistrado Miguel Ángel Larrosa, de la Audiencia, que ha resuelto el recurso presentado contra la sentencia inicial, indica en su resolución que cuando un perro ocupa un espacio público "obligatoriamente debe llevar bozal y correa, estando sujeto por su propietario al objeto de controlar ese peligro potencial que implica este tipo de animales" y que en este caso la dueña era plenamente consciente de que estaba en un espacio público. Añade que no llevar controlado al animal, "supone una aceptación táctica de las posibles consecuencias derivadas de la agresión y, por ello, de un auténtico dolor eventual".
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