El asunto de los 'bebés robados' está latente, especialmente en la Región de Murcia, pues acoge a 9 de los 68 casos denunciados en el territorial nacional, entre los que figuran uno en Cartagena y otro en Torre-Pacheco. El primero ya ha registrado la exhumación de los restos de un niño (supuestamente nacido en el hopsital del Rosell) en el cementerio de Canteras, donde aparecieron unos restos óseos que permitieron extraer el ADN y enviarlo a Madrid, donde investigarán si coinciden con la madre. Sin embargo, en todas las exhumaciones no hay garantías de que queden huesos al tratarse de bebés y porque influye mucho el terreno y la zona.

Al tratarse de bebés, el paso de los años puede eliminar esos restos. Primero, es posible que, si eran prematuros, sus huesos estuviese descalcificados, con lo que no se podrían obtener de ellos ahora el ADN. Por otro lado, depende de si están en nicho o fosa y en la zona para que las posibilidades de llevar a cabo esa investigación sean mayores. Por ejemplo, un terreno arcilloso propicia la disolución del esqueleto, mientras que otro poroso y seco puede llevar a momificar el cadáver.

En el caso de los dos primeros restos exhumados en la Región (Fortuna y Cartagena), los componentes del Instituto de Medicina Legal han encontrado restos óseos, con lo que la investigación sigue adelante. Dicha labor la dirige Graciela Marco, quien hace unos años ocupó el cargo de coordinadora de la Fiscalía de Área de Cartagena, y que ahora ejerce en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Murcia. De la zona de influencia de Cartagena de Ley, hay otra denuncia en firme en Torre-Pacheco.

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