Los juzgados de Lo Social números 1, 2 y 3 de Cartagena han considerado, con sentencias que ya son firmes, como improcedentes los despidos de tres trabajadores por parte de la empresa Tamar. Los empleados cuenta con 61, 62 y 63 años de edad y este despido puso en peligro su antigüedad y que pudiesen jubilarse con el cien por cien de los emolumentos. Sus asuntos fueron llevados por la abogada Mercedes García-Ortega (en la imagen).

Los trabajadores, tras un año cobrando el desempleo por el expediente de regulación de empleo de Tamar, volvieron a sus puestos de trabajo el pasado mes de septiembre, pero apenas se habían puesto el mono de trabajo, les entregaron sendas cartas de despido objetivo por las circunstancias económicas que atraviesa la empresa. "Les liquidaban con 20 días por año trabajado y firmar el documento de recibí del cheque implicaba que renunciarían a cualquier acción judicial, por lo que no lo aceptaron", explica la letrada, quien inició la demanda laboral ante los tribunales cartageneros, pues para los tres (dos mecánicos oficial 1ª y un soldador) el panorama se presentaba muy gris, debido a que por su edad les era difícil encontrar otro trabajo hasta la jubilación, se ponía en peligro su antigüedad (eran los más veteranos de la empresa) y porque en ese tramo de tiempo que les queda ya habían consumido un año de prestaciones por desempleo.

Finalmente, los jueces Gloria Rodríguez Barroso, Salvdor Díaz Molina y Carlos Contreras de Miguel, por ese orden, fueron resolviendo sus sentencias en favor de los empleados al considerar los despidos como improcedentes, condenando a la empresa a readmitirles y al pago de los salarios de trámite. Las tres sentencias son firmes.