El presidente del Tribunal Superior de Justicia quiso aprovechar el acto para hablar de la situación de continuo cambio de la justicia en la actualidad y sobre todo, agradeció al Colegio de Abogados, este acto de jura y reconocimiento al trabajo de la abogacía. Juan Martínez Moya felicitó las iniciativas de los jueces que las han hecho llegar a los órganos de gobierno para agilizar la justicia de Cartagena y también a la sección quinta de la Audiencia, ya que es considerada como una de las mejores secciones de toda España. Aseguró que luchará por la creación de una segunda sección y será su “meta hasta conseguirla”.

Martínez Moya felicitó a los nuevos letrados y señaló que en “en este acto de vida”, se encuentran los dos grandes elementos del derecho: el fondo y la forma y el tiempo (pasado, presente y futuro). Dio la enhorabuena, a su vez, a los reconocidos por sus ‘bodas de plata’ y ‘bodas de oro’.

Quiso hacer partícipes a todos los asistentes de unas ideas personales sobre el ejercicio de la profesión de abogado: “Se suele decir que la abogacía es un oficio solo se puede aprender con la práctica, que el despacho es la verdadera institución docente y que las funciones del abogado es el consejo y defensa implícita, pero ahora, además, el abogado debe estar implicado en las nuevas realidades tecnológicas que hay”.
Asumir responsabilidades, rendir cuentas a muchos, mirar al pasado mientras se está en el presente y caminar hacia el futuro, son algunos de los consejos que ofreció. Recordando una famosa cita que describe la época actual, “la situación es seria pero no catastrófica, aquí la situación es catastrófica pero no es seria”; ésta última definiría nuestra época, señaló.

“Es bueno que los abogados marquen cuales son los principios, apelar al legislativo para conocer las necesidades de la justicia. Las normas del derecho están para defender el derecho y la justicia y sean más justas. A diferencia de los jueces, los abogados estáis en privilegiada situación, para vosotros la crisis es un escenario natural de la abogacía, vivís en la crisis, resolvéis situaciones críticas. Ahora nos encontramos en una crisis externa y generalizada, pero aquí también el abogado tiene mucho que decir porque es un operador que resuelve crisis. Otra cosa será como adoptar estas situaciones a vuestra profesión. Vuestra actitud y la de todos debe ser prometedora n orden a salir d esa crisis”, les comentó a los letrados.