Un desmayo y un ataque de nervios. Dos de las escenas que en las últimas semanas se han producido en los juzgados de Cartagena debido al estado de tensión o preocupación que sufren muchos ciudadanos cuando tienen que acudir a una sala de vistas. En esas ocasiones actúa de forma inmediata un 'especial equipo' formado por forense, guardias civiles y vigilante de seguridad.

Muchas personas lo pasan mal cuando se ven en un juzgado. Una subida de tensión, un mareo e incluso sufrir un ataque de nervios son situaciones que han vivido algunos ciudadanos en las plantas una y dos del Palacio de Justicia de Cartagena, donde se ubican las salas de vistas. Cuando ocurren esas escenas, otras personas que se encuentran próximas acuden rápidamente a la planta baja, donde están los servicios de seguridad, que integran, habitualmente, dos agentes de la Guardia Civil y un vigilante de seguridad, a los que enseguida se une un forense.

Un guardia civil y el vigilante suelen acudir al lugar, mientras que el otro agente queda vigilando los accesos.

Además, se avisa al personal del Instituto de Medicina Legal, acudiendo cualquiera de los forenses que en esos momentos se encuentran para atender a las personas que han sufrido esas anomalías. El que más veces le ha tocado asistir es Alfonso Sánchez Hermosilla, debido a que es el único forense que ha sido médico asistencial. "Las circunstancias emocionales de las personas son las que provocan esos problemas, especialmente cuando salen de prestar declaración en un juicio, pues entonces les desaparece la presión emocional y se vienen abajo", dice Sánchez Hermosilla, miembro de este singular 'club de ángeles'. Si el caso se prolonga, entonces avisan a Emergencias 1-1-2.