La Fiscalía y la acusación particular consideran que Antonio C. R. es autor de un delito de Asesinato y aseguran que fue a casa de la familia de su ex esposa con intención de utilizar la pistola que había cogido y cargado de balas.

David Campayo, según las conclusiones del informe de Fiscalía, estima que Antonio cogió una pistola Beretta 92-F, del calibre 9 mm, que tenía en su domicilio del barrio de Los Sáez, la cargó con 15 cartuchos y se aprovisionó de otros 23, y se dirigió a la vivienda del barrio del Carmen donde habitaban su ex mujer y otros familiares, con quienes mantenía malas relaciones desde la separación. Allí se encontró y discutió con el hermano de la mujer, quien estaba solo y desarmado, y a quien disparó contra el pecho y el abdomen "con la intención de matarlo". Además, añade, que los disparos se efectuaron a un metro de distancia entre el acusado y la víctima. Por tal motivo, incluye el agravante de alevosía en su petición de 17 años y medio de prisión para Antonio.

José Manuel Navarro, como acusación particular, eleva esa pena hasta 25 años al estimar que, además de alevosía, existió ensañamiento y no se ha producido reparación del daño, pues la vivienda que se ha ofrecido en este sentido ya fue reclamada tiempo atrás por la familia de la víctima. "No hay condena que pueda compensar una muerte", ha afirmado esta mañana el letrado ante el jurado. Otra de las cuestiones que destacó y que tratará de demostrar es que el acusado no realizó una confesión en el momento de los hechos, si no que "cuando se dirigió a las dependencias de la Guardia Civil en San Pedro del Pinatar, la Policía ya se encontraba en el lugar donde ocurrió todo, por lo que no dio la información de primera mano, ya que los agentes ya se encargaban del caso".