El propietario del taller de Los Dolores (Cartagena) que sufrió el ataque de un cliente con unas tijeras explica que pasaron la lógica tensión del momento y que trataron en todo momento de evitar el enfrentamiento, "porque se notaba que no estaba bien". Esta próxima semana, en los juzgados, solicitaba una orden de alejamiento "pues nos amenazó, entre otras cosas, con pegarle fuego al taller".

"Es lógico que se pasara algo de miedo, pero en esos momentos estábamos más pendientes de actuar a la defensiva y de tratar calmarlo que de enfrentarnos a él, pues se notaba que el muchacho no estaba bien", explica el propietario del taller. "Por eso, evitamos cualquier enfrentamiento dialético o físico". Añade que el joven se presentó reclamando que le devolviesen el coche que tres años antes había vendido a ese taller.

La próxima semana, en un juicio por Amenazas, la víctima solicitará al juez que imponga una orden de alejamiento a esta persona para evitar nuevos incidentes, "pues entre los gritos que lanzó estaba que iba a prender fuego al taller".