El discurso en nombre los nuevos abogados fue efectuado por Rafael Sánchez Quirante. El representante de aquellos que pedían la jura ha destacado que las nuevas generaciones de juristas son los encargados de “reivindicar el espíritu de la justicia” en la sociedad.

También ha comentado que, a pesar de que a partir de ahora vivirán “momentos complicados”,  ellos deberán asegurar un bienestar social “inquebrantable”, añadiendo que nuestro papel "no es decisivo, pero sí determinante; debemos reivindicar el papel de la Justicia como instrumento de Ley y el derecho a la defensa".

"Nuestra profesión debe ser el refugio del desvalido", continuó diciendo. "Debemos estar preparados para ver el sufrimiento en cada momento, pero no la indefensión".

Sánchez, en nombre de todos sus compañeros, ha querido dar las gracias a sus profesores y a todos los que, durante su proceso de aprendizaje, les han enseñado a amar su profesión. "Gracias a los que no nos han dejado rendirnos y han hecho posible que estemos aquí".

Además, ha tenido un cariñoso gesto hacia su familia, ya que ha dado personalmente las gracias a su madre, a su padre, a sus hermanos y, especialmente, a su mujer, Elena, por “aguantarle”.