Un hombre, que estaba acusado de amenazar a otra persona, no se presentó al juicio pese a que estaba casi cerrado un acuerdo de su defensa con la acusación, por lo que el juez emitió una orden de búsqueda e ingreso en prisión. Esa misma mañana, cuando la jornada laboral expiraba, apareció en el juzgado, pero no pudo conseguir que el juez revocase la orden.
En el juzgado de Lo Penal número 2 de Cartagena estaba fijado un juicio por supuestas amenazas de Aaron M. F. hacia F. S. M., siendo el primero representado por el letrado José Muelas y el segundo por María José Roldán. Llega la hora de empezar el juicio y el acusado no está, pese a que estaba muy avanzado un acuerdo de conformidad entre defensa y acusación para dejar la condena en 22 meses de cárcel y seis meses de multa.
El fiscal interesó celebrar el juicio en ausencia del imputado, pero al sumar las penas inicialmente solicitadas los cuatro años lo impedían. Entonces, el juez Álvaro Bellas emitió una orden de localización e ingreso en prisión.
Varias horas después, cuando la jornada laboral concluía, el acusado se presentó en el juzgado, pero no pudo lograr que el magistrado revocase la orden, por lo que, ante el riesgo de fuga, tuvo que marchar al centro penitenciario de Sangonera en espera de que se fije la nueva fecha para celebrar el juicio.
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