* Diego Martínez preside desde hace más de ocho años la asociación regional que aglutinas a más de setenta enfermos por amianto

* "Si las empresas se han cargado nuestra salud por dinero, que lo paguen"

* "En Navantia ha desaparecido todo rastro de que hubiesen trabajado con amianto"

Diego Martínez aclara, en primer lugar, que no es lo mismo sufrir un cáncer por tabaquismo que por la ocupación laboral. "Fumar es un acto voluntario, pero las condiciones en un puesto de trabajo son impuestas". Por ese motivo, la asociación ha emprendido diversas acciones legales tanto en Estados Unidos como en España. "Si se han cargado nuestra salud por dinero, que lo paguen".

Este cartagenero constituyó, junto a otros dos compañeros de Bazán, hace más de ocho años, la Asociación de Personas Afectadas por Enfermedades Producidas por el Amianto (Apena). Actualmente aglutinan a 75 personas y existe una federación nacional que representa a todas las que han ido surgiendo en el territorio español.

"La mayoría de los enfermos que sufren una inflamación pleural acaban padeciendo un cáncer", resalta. Su situación personal no ha llegado a ese punto, "pues las revisiones son buenas, a pesar de todas mis deficiencias". Infartos y cáncer de colom o en vías respiratorias son algunas de las temidas consecuencias.

¿Dónde se encuentra el amianto?, le preguntamos. "Aparece en muchos lugares, como calderas, turbinas, aislantes, mantas, etc. Incluso, en muchos edificios lo tienen como aislante pese al grandísimo peligro que conlleva". Apunta a continuación que en Cartagena han solicitado una relación de edificios antiguos donde existe amianto como aislante, "pero no nos lo han facilitado".

¿Dónde se contaminaron en Cartagena?
Otra pregunta que se le hace es si todo los afectados son antiguos trabajadores de Bazán y responde de forma negativa. "Lo que ocurre es que esta asociación surgió por iniciativa de tres compañeros de esa empresa y después se han ido sumando otros, pero en Cartagena hay muchos más casos, tanto en sectores como la Marina de Guerra, Escombreras, compañías eléctricas, etc. porque los aislamientos de amianto se utilizan tanto en tuberías como en motores, entre otros muchos".

A continuación apunta la sorpresa que se llevaron cuando acudieron a Navantia para recoger documentación de cuando era Bazán sobre el asunto por el que pelean y se encontraron "que no quedaba rastro de haber trabajando con amianto pese a que era un material habitual durante años. Se había destruido o hecho desaparecer todo".

Lamenta que las autoridades "no nos hagan mucho caso, pues hemos pedido varias veces entrevistas que no han llegado a producirse". Se calcula que hay "entre cuatro y cinco mil personas afectadas en España, pero parece que a las autoridades no les importa". Uno de los intentos que no han fructificado ha sido en el ministerio de Sanidad, "al que queríamos plantear por qué no han cambiado ya ese material hace años, pues es mucho el tiempo que se sabe que es cancerígeno... y a pesar de eso se permite seguir utilizando". También quisieron pedir que les mantengan al corriente de "los avances médicos, pues nos llegan noticias de Estados Unidos, pero no se nos ha comunicado nada por vía ministerial".

Hace hincapié en que no hace mucho Cartagena vivió el derribo de una fábrica con amianto, "sin protección alguna, con el peligro tan grande que eso acarrea al inhalarlo. Un ejemplo podría ser que en la casa de uno de los afectados, sólo por coger el mono de trabajo, sacudirlo y meterlo en la lavadora, su esposa ha sido afectada por esta enfermedad".

También apunta que el objetivo de las demandas no es conseguir dinero, "pues cambiaría todo el dinero por unos pulmones sanos".