El Grupo IV de la Comisaría de Cartagena ha detenido a un grupo de seis menores residentes en Los Mateos, con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, que se dedicaban a sustraer bicicletas, principalmente en la zona universitaria de la ciudad.

Desde el mes de marzo, la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Cartagena pudo constatar un incremento notable de la sustracción de bicicletas, mediante la fractura de cables y candados de seguridad, siendo el lugar de mayor incidencia la zona universitaria de esta ciudad, donde éste es el vehículo habitualmente utilizado por los estudiantes para sus desplazamientos.

Precisamente, en estas zonas de estudio existen habilitados distintos lugares de aparcamiento de bicicletas lo que conlleva una concentración masiva de estos vehículos, circunstancia  que facilitaba a los individuos dedicados a la sustracción de estos objetos, la elección de las mejores para sus propósitos, además de cierta impunidad, toda vez que los intervalos horarios en los que se producían los hurtos, era precisamente en el período lectivo.

Por ese motivo, la Comisaría procedió a efectuar distintos dispositivos de vigilancia en las proximidades de las zonas universitarias, dando como resultado, la detención, por funcionarios adscritos a la Brigada Local de Seguridad Ciudadana, cuando portaban sendas bicicletas sustraídas, de un menor de 16 años de edad y el traslado a dependencias policiales para su protección, por ser inimputable, de otro  menor de 12 años.

Posteriormente, las investigaciones fueron iniciadas por este Grupo IV de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría Local del Cuerpo Nacional de Policía de Cartagena (Grupo de Robos), que procedió a la detención de cuatro menores de edad penal (entre 15 y 17 años), todos ellos residentes en el Barrio de Los Mateos y la recuperación de nueve bicicletas y un triciclo de minuválidos.

Estos menores detenidos se concertaban en el domicilio de alguno de ellos, para en grupo de tres a cinco personas, montadas en sendas bicicletas, desplazarse a los lugares arriba mencionados, para la localización y posterior sustracción de las bicicletas elegidas.

Para la fractura de los sistemas de seguridad de las bicicletas, empleaban una cizalla que cogían de la caja de herramientas del padre de uno de los menores detenidos, también intervenida en la investigación. Este grupo variaba de unos días a otros dependiendo de las necesidades de bicicletas de sus miembros, alternándose entre ellos. Posteriormente a la sustracción de las bicicletas las solían utilizar durante unos días para, a continuación, y tras la elección de otra de mejores características, efectuar el cambio, no sin antes, regalar la anterior a algún familiar o vecino de su barrio.

Por ese motivo, se presume que la cantidad de bicicletas sustraídas es superior a las recuperadas y entregadas, toda vez que cómo queda dicho, la proliferación en un intervalo determinado de las denuncias sobre sustracciones de bicicletas en las zonas universitarias y su posterior suspensión tras la detención de los presentes.

Todos los menores detenidos fueron oídos en exploración en dependencias policiales para posteriormente ser entregado a sus progenitores bajo la advertencia legal de su presentación ante la Fiscalía de Menores de Murcia para la tramitación de las diligencias judiciales.
Se significa que el resto de las bicicletas intervenidas han quedado depositadas en estas dependencias policiales para su posterior reconocimiento y entrega a sus verdaderos propietarios.