Los dos jugadores juveniles del Club Deportivo Mediterráneo, que hace unos días agredieron a un árbitro, han pasado esta mañana por el juzgado de Guardia de Cartagena, donde han quedado en libertad con la imputación de un delito de Lesiones y el juez ha decretado una orden de alejamiento de 300 metros hacia el colegiado. También ha decretado lo mismo para un espectador que también está acusado.

Partido CD Mediterráneo-Real Murcia de la Liga Nacional Juvenil. El balón dio en el larguero y botó en el suelo. Los jugadores locales reclamaron gol, pero el árbitro no lo concedió. Entonces, Alberto M. C. propinó un puñetazo al colegiado y, cuando estaba en el suelo, le dio una patada. Después, otro futbolista (Carlos J. G. B.) también le golpeó en el suelo. Hay un espectador también acusado por esa agresión.

El árbitro fue trasladado al hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente de fractura en la mandíbula. También tenía señales de haber recibido golpes en diferente partes del cuerpo.

Tras la denuncia presentada por el letrado del Comité de Árbitros, Sergio Marco, el miércoles fueron arrestados los tres sospechosos (están en edad juvenil pero ya han cumplido los 18 años) por la Policía Nacional, que esta mañana los ha puesto a disposición del titular del juzgado de Instrucción número 5 de Cartagena. No se ha celebrado juicio rápido, posiblemente al no estar aún evaluadas las lesiones sufridas por el árbitro, por lo que el magistrado ha dictaminado que los acusados quedasen en libertad con cargos y se fija una orden de alejamiento para que no se puedan acerca a la víctima a una distancia mínima de 300 metros. La causa será juzgada en fechas próximas.

Por otro lado, el club expulsó a los dos futbolistas y la Federación de Fútbol de la Región de Murcia les ha castigado con cinco años sin poder jugar en competiciones federadas.

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