El juez de Instrucción número 5 de Cartagena deberá resolver quién lleva razón en una causa en la que un agente de la Policía Local de Cartagena, que iba de paisano, y un ciudadano acabaron en una pelea en el Polígono Residencial de Santa Ana. Ambos se han denunciado mutuamente por lesiones.

La causa se inició en principio como Atentado contra la autoridad, pero finalmente se ha tipificado como faltas de lesiones. El origen de esta historia está en un establecimiento al que el policía local accede para efectuar unas compras y observa a una pareja discutiendo. En el juicio manifiesta que en un primer momento no le dio más importancia, pero que tras salir a la calle para regresar a su domicilio con sus hijos, "el chico sale del local y se introduce en su coche; y al observar que le estoy mirando me responde: '¿Qué estás mirando?'. Yo me identifiqué como policía y entonces, muy cabreado, este hombre se bajó del coche y se dirigió hacia mi diciendo que no le importaba que fuese policía y me agredió, teniendo yo que defenderme". También declaró que después el hombre se marchó y entonces optó por llamar a la policía.

La versión del otro denunciante-denunciado es muy diferente. No reconoce que estuviese discutiendo con su pareja y rechaza que agrediese al agente. "Sí le dije qué estaba mirando, pero entonces él se acercó y me acorraló entre el coche y la acera, golpeándome en la cara, teniéndome que defender como podía". También asegura que a la mujer del policía, quien se acercó a la escena, le pidió: "Quitemeló, quitemeló", para después salir corriendo para no recibir más golpes. La pareja de este ciudadano, en su declaración, aseguró que fue el policía el primero que agredió. El abogado Miguel Moreno remarcó que no se entendía cómo "un policía con dilatada experiencia podía perder la compostura porque le pregunten: ¿Qué estás mirando?".

Después avisaron al ciudadano desde el servicio de seguridad de que le buscaba la policía. Éste fue allí y fue esposado. Su coche se lo llevaron a la cerca municipal pese a que la pareja pedía que la dejasen llevarlo a otro lugar. En el juicio también aportaron los documentos que daban fe de que el vehículo fue retirado de la cerca "sin pagar nada, ni multa", algo muy extraño.

El ciudadano aportó en el juzgado de guardia el testimonio de dos vecinos que decían que fue el agente policial quien se dirigió al coche del ciudadano, pero no aparecieron en el juicio. Francisco Belda, defensor del policía, expresó que no entendía esa ausencia "si eran tan importantes sus testimonios, quizás en un primer momento lo que hicieron fue quedar bien con el vecino". Sin embargo, el juez tendrá en cuenta sus declaraciones ante él días atrás como prueba documental.

El fiscal considera que ambos con culpables y le pide un de multa a razón de 6 euros diarios (180 euros) más otros 180 euros por lesiones. Belda pide una condena de un año de multa contra el ciudadano y 180 euros por las lesiones, mientras que Moreno reclama que condenen al agente policial a dos meses a razón de 15 euros diarios, más costas y responsabilidad, además de una orden de alejamiento hacia su representado. Como es evidente, cada abogado también solicitó que sus clientes respectivos fuesen absueltos.

El juicio quedó visto para sentencia.