El juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena, en funciones de guardia, ha iniciado las investigaciones para esclarecer el fallecimiento repentino, pasado sábado, de un hombre, vecino del pueblo de Santa Ana, que se encontraba detenido en los calabozos.
Según las informaciones que ha podido recabar www.cartagenadeley.com, esta persona fue detenida por un asunto de violencia doméstica en la noche del viernes por la denuncia de su esposa. Al parecer, negó las acusaciones, pero cuando le indicaron que iba a ser detenido, informó a los agentes de la Guardia Civil que se personaron en su domicilio de que estaba en tratamiento médico por diversas dolencias que padecía y una operación en la pierna a la que se había sometido un mes antes, por lo que fue trasladado al hospital del Rosell para se le llevara una revisión.
Después pasó al cuartel de Cartagena, donde le asistió un abogado en el terreno legal. El hombre, que carecía de antecedentes penales, no prestó declaración ante los agentes al no encontrarse con la mente despejada, posiblemente por los efectos de la medicación. El asunto quedó pendiente de su traslado al juzgado de Instrucción para el lunes.
Sin embargo, todo según las informaciones recabadas, a última hora de la tarde del sábado el agente que lo custodiaba se extrañó que no se moviera dentro de la celda y descubrió que había fallecido, no siendo necesario su traslado a un centro hospitalario. El domingo se le practicó la autopsia, cuyos resultados no hemos podido conocer.
Sus padres y hermanos, tras ser avisados, se trasladaron desde su domicilio en Málaga y le llevaron al Tanatorio de El Algar, desde donde fue trasladado a Málaga, al cementerio familiar.
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