El Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, a través de su sala de Lo Contencioso, no estima la reclamación de 2,3 millones de euros presentada por una familia cuyo hijo quedó impedido tras dos operaciones.
La sala considera que no se ha demostrado que existiese una mala práctica médica y en su sentencia exponen que el menor, de seis años de edad, fue objeto de un TAC en 2009 en el hospital Naval de Cartagena, «que evidenció una severa hidrocefalia con proceso ocupante en la fosa posterior», según la demanda. Después fue llevado a la Arrixaca, donde le diagnosticaron un proceso expansivo en la fosa posterior e hidrocefalia obstructiva de origen tumoral, pasando al cuidado del Servicio de Neurocirugía. Fue operado de creaneotomía y ventriculostomía con resección parcial del tumor. La familia consideró que hubo un retraso en el diagnóstico del tumor y que se demoró un año el traslado al Servicio de Neurología, lo que agravó la enfermedad del menor, el cual ha quedado impedido para toda actividad.
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