La Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia de ha confirmado la pena de un juzgado de Lo Penal que condenó a un vecino de San Javier a 50 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a una orden de alejamiento de 300 metros por cambiar la cerradura del acceso al jardín del dúplex donde residían aprovechando que su esposa estaba hospitalizada. En el recurso alegó que lo hizo por temor a que le pegara la mujer.
La sentencia recoge que se trata de un delito de coacciones en el ámbito familiar, por lo que el recurso ha sido resuelto por la sección tercera de la Audiencia Provincial de Murcia, especializada en violencia en asuntos de familia. La mujer, al salir del hospital y no poder acceder al jardín, presentó la denuncia, siendo condenado el hombre en sentencia de octubre de 2014, siendo recurrida sin éxito. El hombre condenado dijo que tomó esa decisión por temor a que la mujer le pegara cuando regresara al hogar.
Al desestimar su recurso, la sala, que tiene como ponente al magistrado Álvaro Castaño-Penalva, confirma la sentencia dictada por un Juzgado de lo Penal en octubre de 2014, que le impuso también una orden de alejamiento de 300 metros durante dos años.
La sentencia recogía en su relato de hechos probados que cuando la denunciante fue dada de alta y regresó al domicilio, no pudo acceder al mismo porque el acusado había cambiado la llave de acceso al jardín del mismo.
La Audiencia, como declaró en su día el Juzgado de lo Penal en la sentencia ahora ratificada en su integridad, considera que el acusado es autor de un delito de coacciones en el ámbito familiar.
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