Una sentencia del juzgado de Primera Instancia número 1 de Cartagena, cuyo titular es José Vicente Montealegre Galera (en la foto), estima la demanda presentada por un conductor contra la aseguradora RACC, que deberá pagar 1.998,14 euros, más intereses y costas, por el incendio, de manera casual, en El Algar de su vehículo marca Galloper, modelo Santamo 2.0 AWD, matrícula 5228 BMN. El despacho del letrado unionense Carlos Bernabé (en la foto) ha llevado el procedimiento de la familia, que tuvo que recurrir a la vía judicial ante la primera negativa de la compañía RACC a cubrir el incendio de su vehículo.

El suceso tuvo lugar el 8 de julio de 2013, cuando el demandante, su hija y su nieta (de dos años de edad) iban en el vehículo que circulaba con dirección a su vivienda, donde se quedaría, mientras que las otras dos mujeres regresarían a su domicilio en El Algar (Cartagena). Una vez que la demandante se bajó de coche y se introdujo en su casa, su hija, de manera inmediata, se percató que la misma había olvidado una documentación en el coche que era de su necesidad para día próximo, ante la cual decidió volver nuevamente a casa de su madre para hacerle entrega de la documentación olvida.

“En ese trayecto de regreso a casa de su madre en la calle Tarraza el coche comenzó a realizar el típico ‘tironeo’ previo a una avería mecánica, antes de pararse justo a la altura de una vivienda cercana a la casa de mi poderdante”, explica el abogado Carlos Bernabé. La chica consiguió volver a arrancar su coche hasta llegar a la vivienda de su madre. En ese preciso instante, sobre las once de la noche, el vehículo comenzó a echar humo de manera intensa, por lo que sacaron a la niña del turismo, pudiendo observar cómo salía fuego de la rejilla del capó. Los vecinos de la zona que se encontraban justo enfrente del suceso –casa de la demandante–, sacaron dos extintores y de manera rápida consiguieron sofocar el incendio.

Después reclamaron a la aseguradora en base a la póliza suscrita para el período de entre el uno de 2013 y la misma fecha del año siguiente, que incluía el riesgo de incendio, pero la compañía se negó, por lo que acudieron a la vía judical a través del despacho de abogados unionense de Bernabé Abogados.

En este asunto el coche de mi cliente ardió de manera casual y el seguro negaba cualquier pago. Al final tiene que pagar el valor venal del vehículo, más los gastos de los extintores y la costas. El juez, respecto a la alegación de la aseguradora de que no existe parte de bomberos, señala que no hay duda sobre lo sucedido en base a las pruebas testificales, entre ellas personas de cuya objetividad no existe duda. Así, que RACC deberá pagar el vehículo, los extintores, intereses y costas.