Dos jóvenes intentaron entrar a una vivienda ajena de San Javier solicitando un cambio de cerradura a un cerrajero profesional, no logrando su objetivo gracias al celo de un policía local. El juzgado lo ha condenado por una falta de usurpación y daños.

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El martes se celebró un juicio de faltas en los juzgados de San Javier por una falta de usurpación y daños contra dos jóvenes  a los que el juez les ha impuesto una pena de arresto domiciliario  y el pago de los gastos de la reparación de una cerradura que ellos mandaron cambiar a un cerrajero, sin que la vivienda fuera de su  propiedad, en San Javier.

Los hechos ocurrieron el pasado 5 de agosto a las once y media de la mañana cuando un agente de Policía Local que se encontraba realizando un servicio de vigilancia ciudadana se interesó por el trabajo de un hombre que se encontraba cambiando una cerradura de una casa ubicada en la calle División Azul, en un conocido y céntrico barrio de San Javier.

El cerrajero explicó que estaba realizando un servicio de cambio de cerradura solicitado por dos jóvenes, un hombre y una mujer, que supuestamente habían perdido las llaves de la casa, y que al ver el coche policial habían huido.

Con la ayuda de los vecinos, el agente de policía localizó al dueño de la vivienda quien afirmó que no había llamado para cambiar la cerradura y que  la casa la ocupaba  su hermano, por lo que interpuso la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.

El cerrajero facilitó al policía la descripción física de la pareja, de unos 25 años, y un teléfono móvil, que ya habían apagado. Posteriormente, en su declaración ante la Guardia Civil identificó en una rueda fotográfica al hombre, que ya poseía antecedentes penales,y a través de él a la mujer, reconociendo, ambos los hechos.