Francisco Gomila ha aceptado una condena de año y medio de prisión y 46 de euros de multa como autor de un delito contra la salud pública por vender cocaína que llevaba escondida en cápsulas de huevos Kínder Sorpresa en su taxi.
Francisco fue detenido el 22 de enero de 2012, pasadas las tres de la madrugada, por la Policía Nacional en la calle Álava de Cartagena, donde le incautaron dos cápsulas de huevo Kínder ocho bolsitas de cocaína, con un valor en el mercado de 42 euros. También llevaba en su taxi una libreta con anotaciones numéricas.
La Fiscalía solicitaba una pena de cinco años de cárcel, que al final quedó en año y medio, confesando Francisco su autoría ayer ante el tribunal de la sección quinta de la Audiencia en Cartagena.
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