La respuesta la facilitará en los próximos días el tribunal de la Audiencia una vez celebrada ayer la vista oral contra dos acusados de traficar con drogas en Los Mateos (Cartagena), quienes fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional que patrullaban a pie en abril de 2010, asegurando que avisaron a las personas que estaban en un garito con gritos de "¡Agua, agua!", mientras que los imputados afirman que estaban allí como meros consumidores.

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Cuatro años y medio de prisión y multa de 2.000 euros son las peticiones de pena a las que se enfrentan dos hombres que fueron detenidos en abril de 2010 por cuatro agentes de la Policía Nacional en las inmediaciones de un punto de venta de droga en Los Mateos, mientras que la defensa, que representa la abogada Violeta de Rey, pide que sean absueltos. 

Manuel, uno de los imputados y que tiene numerosos antecedentes por diversos asuntos, niega haber avisado a las personas que estaban en un garito próximo diciendo "agua, agua" y afirma que estaba allí para "pillar", pues es consumidor de heroína, cocaína y medicina, "tomo de 8 a 10 papelinas diarias, unos dos gramos, y llevaba encima 177 pastillas pues tengo una enfermedad crónica por lo que tengo que ingerir 180 pastillas al mes y no las dejo en casa de mi hermana, donde vivo, porque hay niños pequeños". Antonio, el otro acusado y que carece de antecedentes, dijo que estaba dentro del garito cuando fue detenido, "esta junto al dueño, que salió corriendo".

Después testificaron los agentes de la Policía Nacional, haciéndolo uno de ellos a través de vídeoconferencia. Explicaron que patrullaban la zona "al saber que se vendía droga por esa zona" y que al ver a estas dos personas, escucharon como gritaban "¡agua, agua!" para alertar sobre la presencia policial, por lo que fueron a arrestarlos. "Cada uno corrió en dirección diferente, por lo que nos repartimos los agentes, consiguiendo alcanzarlos en la vía pública, uno de ellos en los escalones del acceso exterior del inmueble donde estaba el garito". También dijeron que mientras procedían al arresto escucharon ruídos en la vivienda y que suponen que escaparon por la puerta trasera. Por su parte, los agentes que llevaron a cabo el registro, quienes afirmaron que vieron elementos habituales en la preparación de venta de droga al menudeo.