Ha cruzado la calle Mayor y Puerta de Murcia a gran velocidad en un coche robado y poniendo en peligro a numerosos viandantes. Ha sucedido esta tarde en Cartagena. Finalmente, la Policía Local le preparó una emboscada y pudo detenerlo.

Según las primeras informaciones recabadas, el joven, de algo más de treinta años de edad, había sustraído a la fuerza un turismo Fiat Punto a una mujer en la zona de la estación de Renfe. Después, al ver un coche de la Policía Local pensó que iban a por él y aceleró. Esa acción llamó la atención de los agentes, que fueron tras él. El conductor tomó por la calle Gisbert y subió hasta lo alto del castillo de la Concepción, esquivando arriba a sus perseguidores y volviendo a bajar, tomando entonces por la calle de la parte superior de la Muralla del Mar. Entonces decidió adentrarse en la plaza del Ayuntamiento, ante la sorpresa de los que paseaban por dicho lugar.

Después, en vez de tomar por otra posibles salidas, optó por la más peligrosa, pues se adentró por la estrecha calle Mayor, no dudando en acelerar. Las sirenas de los dos coches de la Policía Local que le perseguían sirvieron para alertar a muchos viandantes, aunque no evitó el susto de muchos de ellos e incluso que peligrase la integridad física de bastantes. ("No me ha pillado de milagro", decía una mujer a este periódico). Cruzó sin reducir velocidad por la Puerta de Murcia y se dirigió hacia la plaza del Icue, donde dos coches del 092 esperaban formando barrera, lo que obligó al conductor a tomar por el callejón que enlaza con la calle Real.

En la maniobra que hizo, estrelló el lateral del Fiat Punto contra la esquina del establecimiento allí situado. A continuación se produjo otra colisión, la de un vehículo del 092 que venía en la persecución contra otro que estaba detenido.

Al adentrarse en el callejón, el supuesto ladrón se encontró con otros vehículos patrulla y acabó la fuga. Los agentes lo redujeron contra el suelo, quedando un rastro de sangre que se produjo el conductor, al parecer, con los cristales desprendidos tras su colisión.

La escena fue captada por bastantes cámaras de teléfonos móviles de los ciudadanos que se agolparon, que no dejaban de hacer comentarios sobre lo sucedido. "Ese tío está loco", expresaba uno, mientras quien había también el que pedía "que lo matasen, que ha estado a punto de acabar conmigo". Personas de todas las edades reflejaban en sus rostros el susto que no olvidarán en su vida.

La estrategia policial evitó que la peligrosa acción del conductor se prolongase, acabando pasadas las siete de la tarde. Los agentes lo han llevado a Urgencias del hospital del Rosell, donde pronto ha sido dado de alta, siendo trasladado al Parque de Seguridad, desde donde pasará a Comisaría.

Además del robo del vehículo, se le imputará un delito contra la seguridad vial, por haber puesto en peligro a los ciudadanos. La relación de imputaciones podría elevarse, pues en el asiento del acompañante apareció un pasamontañas que hace sospechar que puede estar involucrado en más asuntos delictivos.