Un vecino de Cartagena ha denunciado a un letrado en el juzgado y ante el Colegio Oficial de Abogados acusándole de haberse quedado con parte del dinero que le correspondía de una indemnización. El abogado rechaza de plano esas afirmaciones. "No me he quedado con duro alguno", proclama.

La denuncia se presentó en el Colegio de Abogados de Murcia, que dio traslado a Cartagena, y en el Palacio de Justicia de Cartagena, siendo un juzgado de Primera Instancia el que lleva el asunto por la denuncia de apropiación indebida y estafa, que son las acusaciones que ya ha ratificado en dos ocasiones ante el juez el vecino denunciante.

El origen de este conflicto se sitúa en el año 2009 a raíz de un siniestro que sufre una vivienda por el alcantarillado, que provocó un desnivel y diversos daños al inmueble y un esguince a su esposa. "La sentencia salió a mi favor reseñando una cifra superior a dos mil euros y le dieron el dinero al abogado que me llevó el asunto, pero no me lo entregó", afirma el denunciante a Cartagena de Ley. "Me fue dando largas y al ver que no me lo pagaba, decidí recurrí al juzgado donde me dijeron que mi abogado había presentado un recurso pero fuera de plazo", añade, además de indicar que se produjo un acto de conciliación "sin la presencia de mi esposa y firmando alguien en nombre de ella". Expresa a continuación que se ha sentido "engañado y estafado, pues cuando el abogado me pidió dinero para llevar la causa y luego el recurso se lo pagué sin problemas pese a que soy un modesto mecánico. Por eso, he presentado las denuncias por quedarse con el dinero y falsificar la firma de mi esposa. Intenté que esta denuncia la llevara otro abogado, pero me dijeron que no lo harían, pero en el juzgado me indicaron que no hacía falta, que la acusación la asume la Fiscalía".

El Colegio de Abogados de Cartagena ha abierto un expediente al letrado con diligencias informativas que queda en suspenso hasta conocer la resolución del juez.

El abogado que ha sido denunciado, por su parte, ha indicado a este diario que la realidad "es distinta" y que "nunca me he quedado con un duro de nadie y ahora, tampoco". Su versión es que el juez estableció, en la sentencia de origen, pagar la reparación de la vivienda, "pero resulta que esta persona tenía un seguro con un límite cuantitativo de unos mil quinientos euros, de los que faltan por cobrar entre doscientos y trescientos euros que están pendientes de la ejecución de la sentencia. Creo que ahí está la confusión de esta persona, que piensa que el seguro lo cubría todo y que si no lo ha recibido es porque yo me lo quedé, cuando no es cierto. Además, tengo los resguardos de todos los mandamientos entregados al cliente". Además de indicar que su despacho no ha cobrado todavía todos los honorarios de este asunto, señala que en lo referente al acto de conciliación, "esta persona me pagó con carácter previo, pero me dijo que por trabajo no podían venir y se llevó a cabo como un mandamiento verbal", apuntando que ese acto con la aseguradora se centraba en que no cubrían al tomador del seguro ni a su esposa, que sufrió una caída, sólo daños materiales, "por lo que se gestionó con la compañía llegar a un acuedo de buena fe". Por último, expresa su malestar por el daño que este asunto puede ocasionarle en su trayectoria profesional. "Es injusto".