El juzgado de Lo Penal número 1 ha absuelto a tres porteros de la discoteca Caribe (actualmente ya no existe), de Cartagena, de unos delitos de lesiones hacia un hombre de etnia gitana, en la entrada del local, en el año 2001. La abogada Esther Guzmán Linares defendió a los acusados, mientras que Manuel Maza llevó la acusación particular.

El asunto surgió hace más de diez años, pero sufrió en su proceso varias anomalías, como que los acusados, que son naturales de países del Este, no tuvieron asesoramiento de letrado en la declaración en el juzgado, aunque sí en Comisaría, por lo que se solicitó la nulidad de las actuaciones. Otro contratiempo fue el cambio de domicilio de algunos de ellos, lo que complicó su localización.

En el juicio, celebrado ante la jueza Teresa Álvarez, se solicitaba una pena de tres años y medio de cárcel por el delito de lesiones, además de que el fiscal pedía una responsabilidad civil de 3.000 euros, cantidad que elevaba a 70.000 euros la acusación particular.

Las contradicciones en las manifestaciones de víctimas y testigos fueron importantes en la resolución de la causa, mientras que una testigo imparcial afirmó que no vio en momento alguno que el denunciante fuese agredido por los porteros. La abogada Esther Guzmán estimó que la víctima pudo haber sido golpeada en otra pelea y que después pudo acusar a los porteros, "pues faltan a la verdad de una forma clamorosa". La sentencia ha archivado la causa, aunque puede ser recurrida ante la Audiencia.