Sorpresa, enfado, protesta, impotencia, denuncia y reclamación. Es la secuencia de las fases por las que ha pasado un vecino de Cartagena cuando ha visto que están efectuando pagos con su tarjeta de crédito, la cual, asegura, sólo ha utilizado una vez, en concreto, hace seis meses. Ha denunciado el asunto en la Comisaría de Cartagena y ha reclamado el dinero a Cajamar, donde le aseguraron que no podían bloquear la cuenta de otros cobros que figuraban pendientes de cargar.

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Sorpresa. Una carta de la entidad bancaria refleja el cargo en cuenta de dos cantidades: 47,56 y 29,75 euros.
Enfado. Al comprobar que se trata de operaciones a través de su tarjeta de crédito, que sólo utilizó una vez, en el pasado mes de diciembre, sospecha que han hecho un uso fraudulento de la misma a costa de su dinero.
Protesta. Acude a la oficina de Cajamar, donde anula la tarjeta y le informa de que hay dos pagos pendientes más, uno de 53,60 euros y otro de 29,76 euros de FNAC, al parecer una tienda de venta de electrodomésticos. Extraña que por n lado figure que el cargo se hace por el sistema 'paypal' que garantiza el  cobro de operaciones en Internet a través de números de cuenta de tarjetas y que también aparezca que fue una operación 'manual', es decir, que se pagó la tarjeta por una máquina.
Impotencia. Solicita devolver el dinero que le han cargado y que no le descuenten más dinero, pero en la oficina le indique que eso se puede hacer con recibos pero no con pagos con tarjeta.
Denuncia. Acude a las oficinas de la Policía Nacional en Cartagena para denunciar el asunto, en un mundo de estafas por Internet cada vez más habitual y más complicado de detectar.
Reclamación. Reclama el dinero en la oficina de Cajamar, pues considera que es ajeno a ese cargo y que, siendo Cajamar o Visa, que ofrecen el servicio de las tarjetas, los responsables de que el cliente no sea estafado.
Este vecino de Cartagena espera no recibir más cargos y, además de proclamar que es ya es reacio a tener tarjeta, anuncia que está dispuesto a seguir adelante con la reclamación, incluso por vía judicial, pues es un caso de abuso hacia el ciudadano.