Escrito por Agencia CYA. Miércoles, 16 de mayo de 2012
* El sobrino del principal acusado por el crimen del Glamour insiste en que fue el autor
* La acusación no le cree, pues piensa que se incrimina para tener una pena más suave al ser menor de edad
* "Dice que nunca había cogido una pistola y pega doce tiros, sin fallar uno solo", apuntó la fiscal
* Uno de los dos imputados se acogió a su derecho de no declarar
* Un testigo confundió los disparos con petardos y otro pensó que era el sonido de la música
* "Le dije que no fuera, pues tuvo un mal presentimiento, y me dijo, en plan de risa: ¿Es que me van a matar…? Fue la última vez que hablo con él", dice en el juicio la pareja del fallecido
* El gran misterio está en el paradero de las cintas grabadas en el club de alterne. "Las cogió las Guardia Civil y ya no se sabe nada de ellas"
* La segunda y última sesión el juicio se celebrará este jueves en la sección cartaginesa de la Audiencia Provincial
Por fin, el 'crimen del Glamour' está en sala. Tres intentos han sido necesarios para que comience una de las causas más esperadas desde que, en febrero de 2007, saltó a los titulares de los medios de comunicación la noticia de la muerte de un hombre en el club de polígono industrial del Pozo Estrecho. Entonces, entre los arrestados estaba un cabo de la Policía Local que esa noche estaba fuera de servicio. En este juicio no está ni como testigo. ¿Qué ha ocurrido?, pues no se sabe. Sin embargo, el gran misterio está en conocer el paradero de las cintas de vídeo que esa noche grabaron la entrada en el local y la zona de aparcamiento. El propietario (entonces empleado) afirma que se las llevó al Guardia Civil, pero los letrados de la defensa proclaman que no hay diligencia firmada ni nadie sabe donde están esas cintas. ¿Que sucedió para que cinco años después no se sepa nada de ellas?
Vayamos al desarrollo del juicio. Juan Francisco T. D. 'Juanele' se enfrenta a penas que suman 21,6 años de prisión por los delitos de asesinato, lesiones y tenencia ilícita de armas. Para Juan R. H. 'Juanito' son 9,6 años por asesinato y lesiones. Además, le reclaman 80.000 euros por el fallecimiento de Raúl y 7.700,22 euros por las lesiones que sufrió Alejandro, quien recibió tres balazos. En el juicio le representa, como acusación particular, Inmaculada Sánchez Moreno, y, como ministerio público, Yolanda Cuadrado. Enfrente, los abogados Marcos García Montes y Ricardo Martínez, que piden que sus clientes sean absueltos.
Juanele fue el primero en sentarse frente al tribunal (integrado por Miguel Ángel Larrosa, Fernando Fernández-Espinar y Matías Soria). "Yo no hice nada", proclama, asegurando que el autor fue su sobrino. ¿Por qué tardó tanto en declarar tras ingresar en prisión?. "Mi tía decía que esperase, que no declarase hasta que mi sobrino conociese a su hijo, que estaba a punto de nacer. Después, cuando salí al cumplir dos años en prisión provisional, mi sobrino me pidió disculpas y dijo que esto tenía que pagarlo él, que no me preocupara", dijo. ¿Por qué fue a prisión sabiendo que lo había hecho su sobrino? y ¿por qué los testigos le sitúan en el Glamour? son las dos preguntas que le planteó al fiscal y que no tuvieron respuesta.
Después, Juanito se acogió a su derecho a no declarar, aunque el tribunal sí dejó que fiscal y abogados dieran a conocer las preguntas que iban formularle.
El tercer protagonista es Juanma, el sobrino, la persona que se atribuye el crimen y al que no creyeron en la Guardia Civil ni tampoco ahora desde la acusación. "Lo único que sé es que lo hice yo, le pegué los tiros y ya está", afirmó, explicando que la víctima le estaba "amargando, por que era un macarra que tenía atemorizada a media Cartagena". Juanma, a quien llamaron la atención por tutear e interrumpir a la fiscal, además de advertirle que podría ser denunciado por falso testimonio, también dijo que ese día Raúl "me llamó para que le llevara dinero, no lo llevé y al ver que tenía la pistola, la cogí y…. Después fui a mi casa en San Félix, donde estaban mi padre (Juanito) y mi tío (Juanele). Por miedo, nos fuimos a Águilas a escondernos. Ellos son inocentes y están acusados, mientras que yo, que soy el autor, estoy libre".
A continuación comenzaron a intervenir los testigos. Primero, el hombre que resultó herido de tres balazos, que afirmó que no logró ver al supuesto autor. También otras personas que esa noche estaban allí. Uno confundió el sonido de las balas con la música y otro con petardos, pero cuando vieron a todos correr,se dieron cuenta que había pasado algo gordo. 
Otro aspecto destacado fue el intento de la acusación de destapar un supuesto enfrentamiento de Juanele con Raúl, el fallecido. También llamó la atención que la pareja de Raúl dijese que el fallecido había pasado la tarde con ella en la casa de Playa Honda, cuando un testigo dijo que habían estado con él en una plaza de Ciudad Jardín. La mujer también expresó que esa tarde tuvo un mal presentimiento y le pidió que no acudiese a la cita con Juanito, quien le había llamado. García Montes, abogado de la defensa, intentó contrarrestar desvelando que ella había retirado una denuncia por malos tratos ("llegó a apuñalarla") que había presentado contra Raúl y que ese día, según dijo en declaraciones anteriores, había practicado sexo con él "al sentirse coaccionada".
El último testigo, camarero aquella noche, por su parte, afirmó que la Guardia Civil "se llevó las cintas de las grabaciones", un documento que podría ofrecer luz sobre esta historia y que nadie sabe dónde están.
El jueves, a las diez, en la planta baja del Palacio de Justicia de Cartagena se reanudará la causa con la segunda y última sesión.
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