¿Que sensaciones tendría si un buen día le confunden con un atracador, es detenido, pasa una noche en el calabozo y acaba en el banquillo de los acusados?

Esa experiencia la vivió un vecino del entorno de la plaza Alicante (Cartagena), quien fue confundido con la persona que huyó tras intentar llevar a cabo un atraco. Ambos tenían barba blanca…

El juez de Lo Penal número 3, Fernando Lafuente Honrubia, en una sentencia 'in voce' en el mismo juicio, absorbió al acusado (defendido por Juan Francisco Pérez Avilés), para quien todas las pruebas le eran favorables para su inocencia.

Dos escenas en la noche que no tienen nada que ver entre sí pero que al final terminan (lamentablemente) conectadas. Un hombre se encuentra sacando dinero en un cajero automático de una entidad de ahorro de la plaza Alicante, cuando un atracador simula que lleva un arma (luego resultó que no portaba ninguna) y le pide el dinero. La víctima le da un empujón y el asaltante sale huyendo. Cerca de la zona pasa un coche patrulla de la Policía Local, que se dirige a la víctima, quien, en estado nervioso, describe al autor como una persona 'con barba blanca'.

Los agentes buscan por las inmediaciones y encuentran a una persona que se ajusta, en líneas generales, a esa descripción paseando a su perro cerca del lugar. Lo arrestan y lo llevan a Comisaría, donde la víctima le identifica cuando le muestran varias fotografías de supuestos autores. El detenido es acusado de una tentativa de robo con violencia y el juez decreta su libertad provisional con cargos.

Finalmente, en el juicio, el titular de la sala de Lo Penal número 3 de Cartagena, Fernando Lafuente Honrubia, estima que no es el atracador y le absuelve con una sentencia 'in voce'.

Sin embargo, el hombre ha vivido una experiencia increíble para él, como explica su abogado, Juan Francisco Pérez Avilés. "¿Qué me estáis haciendo?", fue la frase que más repitió este padre de familia y trabajador de Navantia cuando fue arrestado, en el inicio de una pesadilla en la que 'alucinaba' con lo que le pasaba. Por fortuna, pues la historia pudo haber sido aun peor, ya que la víctima mantuvo su identificación, fue absuelto en sala. Las pruebas que respaldaron la decisión del juez fueron el comportamiento de este hombre esa noche, ya que estaba paseando tranquilamente a su perro y mostró sorpresa al ser arrestado; el testimonio de una vecina que dio fe de que cada noche este hombre paseaba al animal; la declaración de la víctima cuando afirmó que el agresor salió corriendo hacia la plaza de España; y un indentificación deficiente en Comisaría, pues, al parecer, las fotos mostradas no eran de personas con circunstancias semejantes, como establece la Ley.