Hamid Bouha alquiló la casa en el barrio sin pensar que su ‘casero’ le estaba estafando. La semana pasada viajó a Marruecos para dejar a su hijo de seis años, junto a sus familiares y que no presenciara esta situación. El más pequeño, de tres años, jugaba inocentemente mientras su padre hablaba con ‘Cartagena de Ley’ ajeno a lo que pasaba a su alrededor.
Hamid supo hace un año que la casa estaba embargada, meses después de haber firmado el contrato, y pensó que con eso le valdría para seguir viviendo en ella. Durante todo este tiempo han vivido con la esperanza de seguir haciéndolo durante muchos años en el barrio, pues la relación con los vecinos es buena.
El proceso judicial continuó con sus trámites y, tras un primer aviso de desahucio, el segundo estaba a punto de llegar. Hamid recibió ayuda y consejo de Joaquín Vicente, miembro de la plataforma contra los desahucios, quien habló con el representante legal del banco y asegura que pidieron la opción de alquilarla "pero se negaron".
Acercándose cada vez más la fecha del desahucio, Hamid viajó a Marruecos para dejar a su hijo mayor junto a su familia, sin saber que ‘gracias’ al más pequeño no iba a ser desalojado de su casa.
“Quieres la casa para vender droga”
Pero los problemas para Hamid no acaban aquí y es que, durante el tiempo que estuvo de viaje, entraron a robar y a intentar ‘okupar’ la casa, pues sabían que estaba embargada y que Hamid se había ido.
Los ladrones se sorprendieron al ver que había alguien en ella, uno de sus sobrinos, a quien apuñalaron tres veces dejándolo ensangrentado en el suelo. Hamid asegura que “querían la casa paravender droga en el barrio”. La vivienda todavía presentaba restos de los hechos (arriba, en las imágenes) la puerta estaba forzada, habían restos de sangre, sillones rotos, mesas sin cristales, etc.
Hamid, pese a todo, tiene fe y espera que todo se solucione para así poder vivir legalmente en la que considera su casa. El dilema es que no sabe cómo hacer frente económicamente a todos los trámites legales.
Prohibida la publicación de fotografías de este diario digital con la marca 'CYA' en cualquier publicación o en Internet sin autorización.