El detenido por la Guardia Civil, que trabajaba en el campo de golf y entraba en el recinto fuera de su horario de trabajo, vendía las baterías en una empresa de reciclajes de San Pedro. El detenido y diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de San Javier.

La Guardia Civil de la Región de Murcia, ha procedido a la detención de una persona como presunto autor del robo de 55 baterías de vehículos especiales para el transporte de personas y material deportivo en el interior de campos de golf, conocidos como “buggies”.

La investigación se orientó desde su inicio hacia la supuesta autoría de algún empleado del campo de golf de La Roda, debido a las circunstancias de los hechos y a las opiniones de los responsables del campo de golf.

Una vez se fijó la posible autoría, se concretó mediante una investigación minuciosa que llevó hasta una chatarrería en la localidad de San Pedro del Pinatar donde, en el marco del control exhaustivo de este tipo de comercios por parte de la Guardia Civil para prevenir el comercio ilícito de cobre y otros materiales, se consiguió detectar la venta de los motores de los buggies.

El detenido había vendido los motores en esta chatarrería, habiéndolos sustraído del campo de golf  casi sin dificultad, pues aparcaba su vehículo particular justo al lado de los buggies, y accedía fuera de horario de trabajo con alguna excusa que le permitiese justificar su estancia en el recinto deportivo.

Modus operandi:
De manera continuada, el autor entraba a trabajar antes que el resto de los empleados,  sustrayendo las baterías y dejándolas ocultas para posteriormente cargarlas. Cuando la jornada laboral finalizaba, se marchaba y volvía al recinto con alguna excusa cuando sabía que ya no habría nadie, dejando el vehículo dispuesto próximo a donde se encontraba el material.

Detenidos:
En el marco de esta actuación policial se ha procedido a la detención de UNA persona identificada como:
-    P.S.M.; español, de 29 años. Ccarece de antecedentes policiales.

Esta actuación ha permitido localizar los efectos sustraídos en un centro de reciclajes de San Pedro del Pinatar, donde se vendió la totalidad de las baterías sustraídas, muy características por su elevado peso (más de 30 kilos).