Un hombre de origen marroquí fue despedido por un empresario por haberle insultado y amenazado de muerte. El trabajador, que declaró a través de un intérprete, recurrió ante Lo Social y niega esos insultos. Por su parte, el graduado social Félix Méndez Llamas, que representa a la empresa, trató de demostrar que el demandante sabe perfectamente hablar español y en ese idioma se dirigió a su jefe.
El procurador y graduado social Félix Méndez Llamas Llamas preguntó a tres compañeros de trabajo y a un agente de la Guardia Civil si el demandante sabía hablar español, a lo que respondieron de forma afirmativa. También lo aseveró la secretaria de administración, que fue ante quien firmó el finiquito y la carta de despido, quien apuntó que lleva en España desde 2001. La otra parte, la que representa al trabajador, trató de demostrar que esta persona no sabe español. La importancia del idioma en esta causa es porque no es lo mismo que los insultos y amenazas fuesen vertidos en español y que el demandante supiese el contenido de la carta de despido que firmó en esta empresa de cárnicas de Cartagena.
El juez Carlos Contreras, titular de Lo Social número 1, será quien resuelva esta demanda por despido improcedente.
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